Debido a que los directores son los primeros responsables de la seguridad en sus unidades académicas, en la BUAP se puso en marcha un ciclo de capacitación en materia de seguridad, cuyo propósito es ofrecerles formación pertinente para que dispongan de elementos para evitar riesgos, indicó el rector Alfonso Esparza Ortiz.
Para hacer frente a una contingencia se requiere de la colaboración de toda la comunidad, ya que la Dirección de Apoyo y Seguridad Universitaria (DASU), dependencia encargada de la seguridad y administración de riesgos, solo dispone de alrededor de 900 personas en todos los campus de la Institución. Por ello, hay un énfasis en la capacitación del personal de esta dirección: “una labor que poco a poco ha avanzado en su profesionalización”, subrayó.
“El inicio de esta serie de cursos es básicamente para impulsar un acercamiento y confianza con esta dependencia, sugerir y aportar ideas, avanzar juntos en esta mejora permanente que deseamos por parte de la DASU”, señaló Alfonso Esparza Ortiz.
Como parte de este fin, el rector de la BUAP notificó que igualmente se proporcionarán cursos de primeros auxilios y de medios de comunicación con los sistemas de seguridad establecidos, a la par de determinar los lugares idóneos de resguardo ante contingencias en las unidades académicas.
También se brindará información respecto a los protocolos y estrategias a seguir para reducir el riesgo de incidentes, así como reaccionar adecuadamente ante sismos, incendios e, incluso, ataques violentos. “Realmente hay situaciones que muchas veces nos rebasan, nunca habrá un caso igual para todos, siempre existirán cuestiones diferentes. Por ello fue importante dar el primer paso”, expresó.
En el inicio del este ciclo, realizado en el auditorio de la Facultad de Administración, Carlos Seoane Noroña, director General de Seoane Consulting Group, presentó un diagnóstico del marco delictivo nacional y abordó el denominado “comando de incidente”, así como el procedimiento a seguir en caso de alguna emergencia mayor. Además, dio a conocer las medidas que deben adoptarse frente a un tirador activo.
Por su parte, la Dirección de Infraestructura Educativa presentó un método simple de evaluación de edificios si se produce un sismo, mientras que la Dirección de Apoyo y Seguridad Universitaria una propuesta para replicar entre coordinadores administrativos este ciclo de capacitación.
