El bajo número de sentencias por delitos cometidos contra los animales en Puebla se traduce en impunidad, pero también refleja el respaldo y la permisividad de las autoridades para que, quien comete estos actos, pueda repetirlo una y otra vez.
Pese a que el artículo 470 del Código Penal del Estado de Puebla, adicionado en 2013, considera al maltrato como un delito con sanciones por hasta cuatro años de prisión, es letra muerta, toda vez que en los últimos cinco años solo se ha sentenciado a una persona por este acto.
Este no es el único escenario desfavorable en la entidad, afirma Guadalupe Gómez Robles, abogada especialista en delitos cometidos contra los animales e integrante de la organización “Abogados animalistas de Puebla”. A su decir, durante las diversas denuncias que ha presentado ante el organismo, se ha dado cuenta de que solo hay un perito de investigación de estos actos en la zona metropolitana y un limitado número de personal en la Unidad Especializada de Delitos contra los Animales de la FGE.
Tenemos meses y meses insistiendo en que hacen falta recursos humanos, no se puede atender con lo que se tiene el número tan grande de casos de maltrato y agresiones, la Fiscalía está desbordada insiste.
Bajas sentencias, alto número de denuncias
En los últimos tres años, del 25 de septiembre de 2020 al 25 de septiembre de 2023, la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial y el Instituto de Bienestar Animal del Estado de Puebla registraron dos mil 76 casos de maltrato animal en el estado, siendo la capital poblana el municipio que lidera esta cifra.
Lo anterior de acuerdo con la solicitud de información con folio 212101823000247 a la que accedió esta casa editorial a través de la Plataforma Nacional de Transparencia (PTN), misma que fue realizada por un tercero el pasado mes de noviembre.
En el mismo documento la dependencia detalló que de estos casos, solo 67 fueron resueltos y, del total de registros, no a todos se les generó un expediente de atención porque no contaron con una denuncia correspondiente.
Por otra parte, y de acuerdo con una segunda solicitud de información con el folio 210421523001100, disponible en la PTN y realizada por un tercero, del 1 de enero de 2018 al 30 de julio de 2023, de los casos que lograron materializarse en una denuncia, 486, solo una persona fue sentenciada por el delito de maltrato animal.
Además, durante este periodo fueron aseguradas 16 personas por este delito y dos fueron liberadas. Los cinco principales municipios en donde se registraron estas denuncias fueron Puebla, Cuautlancingo, Amozoc, Huauchinango y Tehuacán.
A nivel estatal, los casos registrados estuvieron relacionados con envenenamiento, maltrato con extrema crueldad, maltrato con armas o explosivos, maltrato que provoca la muerte, maltrato que provoca lesión y apropiarse de animales sin consentimiento.
Lento avance de la FGE
Otra causa de la falta de sentencias por este delito, pese al alto número de denuncias, es que es difícil encuadrarlo, toda vez que el Código Penal de Puebla, en el artículo 470, refiere que se considera maltrato cuando la persona señalada tuvo la intención de causarle daño al animal, pero ¿cómo comprobar la intención?, cuestiona Jocelynn Pérez Aldana, responsable de Acceso a la Justicia y Violaciones Graves de la Universidad Iberoamericana Puebla.
En el delito hablar de la intención es difícil y comprobarla aún más, sobre todo si no existe una investigación idónea por parte de la Fiscalía, aunado a que no puede existir una investigación si no hay personal suficiente opina.
Argumenta que, además, las unidades especializadas para atender este delito (la metropolitana y la regional) son nuevas y, por ende, no tienen mucho tiempo de operación. “Están en la curva de aprendizaje en la integración de carpetas de investigación, por eso tampoco observamos la judicialización de los casos”, sostiene.
Asimismo, la académica criticó que, a la par de la creación de estas unidades, en 2020, la Fiscalía informó de la puesta en marcha de un protocolo de investigación de estos delitos que, a la fecha, no es público, lo que también podría suponer que este no existe.
Pérez urgió a la capacitación del personal que atiende estas unidades y a que la FGE cubra el déficit de capital humano para que no atienda rápidamente solo aquellos casos en los que existe mayor presión mediática.
Los casos que no son vistos
La abogada animalista resalta que, los casos con mayor atención son aquellos que fueron mediáticos, pero otros más, los que pasan desapercibidos por la población, son los que muestran mayor desinterés por las autoridades.
Uno de estos casos es el de un canino que, durante el 3 de mayo de 2023, fue abandonado a punto de morir en un basurero localizado en la colonia Loma Bella. El animal presentaba evidentes signos de maltrato, deshidratación y agonizando. Un par de horas después de su rescate, falleció.
Otro más es el de un cachorro que fue golpeado en el municipio de Cuautlancingo hasta quebrar los huesos de su hocico y deambuló herido por las calles dos días hasta que fue rescatado, sin embargo, en este señaló que las autoridades municipales fueron incapaces de realizar el resguardo del animal.
Otros más están relacionados con el atropellamiento de perros callejeros por operadores del transporte público, abandonos en diferentes vialidades y la tenencia irresponsable de diversos dueños que dejan a sus mascotas sin agua ni alimento.
