Incompleto, con inundaciones y pasos peatonales inseguros, así es el Bulevar Carmelitas

En la obra inaugurada hace dos meses se invirtieron 428.7 millones de pesos

Belén Cancino

  · martes 22 de enero de 2019

Foto: Bibiana Díaz

A casi dos meses de su inauguración, el bulevar Carmelitas carece de pasos peatonales seguros, hay rampas para personas con discapacidad obstruidas y los desagües están en plena construcción.

Pese a que a finales del pasado mes de noviembre el entonces gobernador, Antonio Gali Fayad, celebró la modernización de 5.5 kilómetros de la vialidad, con una inversión de 428.7 millones de pesos, hay desperfectos y trabajos en ejecución.

Pues pese a que Gali Fayad presumió que se trataba de una obra segura, integral e incluyente, los días posteriores, y en un recorrido hecho por El Sol de Puebla, pusieron en evidencia su verdadera condición: sin drenaje pluvial y obstáculos para peatones, ciclistas y personas con limitaciones de movilidad.

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Y es que hay que recordar que, apenas a los tres días de su inauguración, la vialidad se inundó gracias a las últimas lluvias que se presentaron en el año, quizá por ellas trabajadores están construyendo seis alcantarillas en los primeros dos kilómetros.

Pero los más vulnerables, los peatones y personas con discapacidad, son los que más dificultades enfrentan al circular por la mencionada vialidad.

Una primera deficiencia es que, a lo largo de sus 5.5 kilómetros, principalmente en sus primeros kilómetros, coincidentemente los más estrechos y circulados, el bulevar Carmelitas prácticamente no cuenta con pasos peatonales, ni marcados horizontalmente como las conocidas “líneas cebra” y mucho menos con pasos peatonales a ras de la banqueta, como dictan las normas técnicas de desarrollo urbano.

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Además, el cruce de una acera a otra es una peripecia, pues la gente tiene que librar el camellón, que se asemeja más bien a dos guarniciones a pocos centímetros de distancia, pero a varios de diferencia de altura, de modo que dar el paso no es fácil, mucho menos seguro.

Carlos Flores, vecino de la unidad habitacional Mateo de Regil, advirtió que la construcción del camellón no hace disparatado pensar que alguien pudiera tropezarse y ser víctima de un atropellamiento, por lo que aprovechó el momento para llamar al Ayuntamiento de Puebla o al Gobierno del Estado a construir pasos peatonales a ras de banqueta a fin de dar seguridad a quienes pasan, especialmente adultos mayores y menores de edad que acuden a escuelas cercanas.

Es importante señalar también que el bulevar Carmelitas no cuenta con bahías para ascenso y descenso de usuarios del transporte público, por lo que las unidades del servicio no tienen más alternativa que invadir la ciclovía cada vez que hace una parada para atender a sus pasajeros.

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CICLOVÍA RIESGOSA, RAMPAS OBSTRUIDAS…

Asimismo, aunque el bulevar Carmelitas incluyó una ciclovía, la dimensión de este carril exclusivo para las bicicletas es de apenas un metro, lo que no deja de exponer a quienes pedalean por ella a ser alcanzados por los vehículos o de sufrir algún descontrol por la inercia provocada por los vehículos.

Y aunque se presumió que la vialidad ponderó características de inclusión, las rampas para las personas con discapacidad son inaccesibles, pues algunas están invadidas por uno o más postes de luz u otro servicio.

De igual modo, en algunos tramos de banquetas planeadas con un ancho de metro y medio para comodidad de los peatones, esto no se cumple, ya que se han hecho cortes al concreto para construir las alcantarillas.

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Sin embargo, hay que decir que las dificultades no fueron exclusivas para peatones y ciclistas, sino también para los automovilistas, pues algunos accesos para cocheras de las viviendas fueron bloqueadas por la banqueta y guarniciones, de modo que la gente tuvo que hacer sus propias rampas, invadiendo la de por sí angosta ciclovía.