Luego de que se diera a conocer que las cárceles de Puebla recibieron su peor evaluación en los últimos 14 años, Galilea Cariño Cepeda, directora del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (IDHIE) opinó que las autoridades están incumpliendo con la readaptación social de los presos en las cárceles y es muy probable que cuando sean liberados vuelvan a delinquir.
El Sol de Puebla informó que 12 centros penitenciarios en Puebla obtuvieron 6.03 de calificación, la peor en los últimos 14 años, toda vez que en 2006 la puntuación era de 7.25 y la tendencia continúa a la baja, debido a que no garantizan la integridad personal de los internos y una estancia digna, de acuerdo con el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria que elaboró la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Ante esto, Cariño Cepeda, dijo que hasta el momento el estado de Puebla no ha logrado la incorporación a la sociedad de los que delinquen, principalmente porque las instalaciones de las prisiones siguen deficientes, no hay condiciones de higiene, y se sigue registrando sobrepoblación, así como hacinamiento. En suma, en algunos casos, no hay normatividad que rija al centro y no hay capacitación del personal penitenciario.
Para la directora del Instituto, esta vulnerabilidad en la que dejan a los reos, puede ocasionar que se vuelvan más violentos, incluso puede derivar en episodios de agresiones entre compañeros. “Es muy preocupante el diagnostico, me parece que no hay cambios sustanciales, sobre todo porque en ámbitos que señalaron negativamente en el pasado se vuelven a repetir. Si bien, la persona se encuentra sentenciada y procesada, de alguna manera el sistema plantea que les darán servicios para garantizar una vida digna”, comentó.
También consideró que las condiciones de higiene no son las mejores, y por ello, muchos reos se enferman o se deprimen dentro de estos Centros, inclusive algunos casos han llegado al suicidio. Hay que mencionar que Puebla, es el primer lugar en suicidios carcelarios a nivel nacional. “Se está poniendo en riesgo su integridad, la propia vida de las personas (…) al no haber estancias adecuadas y al haber no haber una clasificación adecuada se genera un ambiente de tensión constante (…) un espacio digno abonaría para que de verdad se lleve a cabo la reinserción y las autoridades deben de dar cumplimiento adecuado en estos espacios”, concluyó.