Tras cuatro meses de la explosión de una toma clandestina de gas Lp en San Pablo Xochimehuacan ya se observa la reconstrucción de las viviendas afectadas por el siniestro, mismas que se espera sean terminadas a finales del mes de julio.
El Sol de Puebla acudió al lugar que se le denominó la zona cero debido a que nadie podía entrar pues representaba un peligro latente, en donde se observaron los trabajos de construcción, que a la fecha solo son cimientos y algunas bardas de contención.
De acuerdo con Eduardo Especia, superintendente de la obra, se inició con seis viviendas, mismas que contarán con un mismo modelo y que abarcarán los metros cuadrados que se tengan registrados en las escrituras de las casas.
Se espera que en próximos días se liberen seis predios más, pues los dueños deben firmar respecto a que aceptan la edificación de su hogar, pero con las características que se han diseñado por parte del gobierno del estado.
A decir de los colonos se trata de viviendas de dos pisos, en la parte baja habrá una cocina, la cochera, un baño y la zotehuela. Mientras que en la segunda planta son tres recámaras y un baño completo, no obstante, esto dependerá de cuántas familias vivían ahí.
ES UN ALIVIO LA RECOSTRUCCIÓN DE SUS HOGARES
De acuerdo con Jesús López, uno de los afectados a los que les van a reconstruir su hogar, es un “gran alivio” saber que tendrán donde vivir, puesto que por ahora rentan tres cuartos, dos recámaras y la cocina, lo que les cuesta alrededor de 2 mil 500 pesos.
“Es una construcción muy pequeña a lo que nosotros teníamos, pero puedo decir que gracias a Dios vamos a tener alguna respuesta”, dijo.
Mientras tanto, David Fernández, otro vecino que perdió su hogar, explicó que en semanas pasadas se les citó en la sede de Bomberos que se encuentra cerca de esta junta auxiliar, en donde personal de la Secretaría de Gobernación Estatal les informó de los trabajos, los cuales fueron aceptados.
Expuso que si bien no será la misma construcción que tenían antes, por lo menos se conformaron con que no los van a dejar en la calle, ya que sin esperarlo de la noche a la mañana su patrimonio de generaciones se perdió.
Recordó que el 31 de octubre cuando se registró la explosión, sus familiares y él se encontraban a punto de dormir, ya estaban acostados cuando de repente se escucharon gritos, por lo que lo primero que pensó es que habían atrapado a un ratero, pero al asomarse vio la nube de gas, ahí fue cuando salieron corriendo con lo único que traían puesto.
Con las lágrimas a punto de salir señaló que luego de las explosiones regresaron y al ver que había viviendas con los vidrios rotos, pensó que la suya estaría igual, sin embargo, había colapsado, se habían quedado sin nada.
NO TIENEN CERTEZA DE SUS VIVIENDAS
Por otra parte, Martha Ramos aún no tiene certeza de qué pasará con sus viviendas, pues tiene escrituras, pero le han dado la opción de reubicarse en el predio que el gobierno del estado destinó para ello.
Sin embargo, asegura que no es posible, pues los trabajos de la familia están cercanos a San Pablo Xochimehuacan, por lo que irse es empezar de cero y no lo ven viable, ya que ahí han vivido toda la vida.
Así pues, que se niegan a irse de esta junta auxiliar, y pide que le liberen su terreno, no busca que le reconstruyan, sino que ella pueda hacer los trabajos por cuenta propia.
Efraín Vázquez tampoco sabe qué pasará con su patrimonio, ya que, declaró que le piensan dar una casa con los cimientos débiles y no como los que él mandó a construir, no será lo mismo y de no convenirle él levantará su patrimonio sin ayuda del gobierno del estado.
Mientras los trabajos avanzan, los vecinos llegan a asomarse a las obras, desde lejos vigilan sus predios, esperan ansiosos la culminación de los inmuebles y siguen con la esperanza de que puedan regresar a la vida de antes.