La alta incidencia de delitos como narcotráfico, secuestro y robo en México hace que los estudiantes se enfrenten a condiciones idénticas a las de una guerra, evidenció la activista internacional por la educación y ganadora del Premio Global de Enseñanza (Global Teachers Prize), Keishia Thorpe.
En entrevista con El Sol de Puebla, tras su participación en el segundo día de actividades del Festival de las Ideas (FID) 2023, la investigadora y profesional de la docencia originaria de Jamaica señaló este viernes 9 de marzo que en varias regiones de México la violencia está agudizando el rezago educativo, tal como ocurre en países como Ucrania, donde se desarrolla un combate armado entre dos naciones desde 2022. Sin embargo, defendió que existen otro tipo de conflictos que atañen a las infancias.
“No están experimentando una guerra como cualquier otra (…) Los niños están enfrentando varios retos a causa de las drogas y el secuestro, por ejemplo (…) Todo esto, créanme o no, impacta en la forma en cómo vivimos y concebimos el mundo”, expuso Thorpe.
- Leer más: 'Emprendedor y visionario': Alumno bolea zapatos de sus compañeros para obtener ingresos [Video]
Explicó que ella, por ejemplo, huyó de su país hace varias décadas a consecuencia de la inestabilidad política en su nación de origen, Jamaica. Sin embargo, al mudarse a Estados Unidos se enfrentó a otros tipos de violencia sistemática, como es el racismo o la desigualdad económica.
Es por ello que la activista, que es reconocida globalmente por su estrategia para impulsar que niñas y niños refugiados alcancen un nivel educativo adecuado, recomendó a las autoridades de todos los niveles gubernamentales en México aumentar su inversión en el sector educativo.
“El gobierno puede hacer más por la infancia; se requiere toda una comunidad para lograrlo. Tiene que haber inversión en docentes para poder responder al trauma y la crisis”, defendió.
Asimismo, comentó que los propios docentes necesitan implementar a sus estrategias de enseñanza procesos de empatía y conexión humana. “Cree en los estudiantes, cree en sus historias, cree en su valor, cree en su futuro y, sobre todo, cree en los docentes”, enunció.
Subrayó, además, que no sólo se requiere más dinero para mejorar los procesos pedagógicos, sino más bien para capacitar y reconocer a los docentes, quienes muchas veces carecen de preparación para afrontar situaciones atípicas relacionadas al manejo de traumas. Esto es importante debido a que acusó que los gobiernos y la propia sociedad muchas veces infravaloran la labor docente, y ello desemboca en atrasos difíciles de subsanar.
Finalmente, indicó que este tipo de guerras no sólo causan destrucción física, sino que también agudizan el rezago educativo, pues interrumpen los procesos de enseñanza y eso hace que los estudiantes, sobre todo los más pequeños, no puedan desarrollarse profesionalmente en el futuro, lo cual también genera grandes pérdidas para el sistema económico en próximos años, entre otras cosas.
“El conflicto genera ausentismo, la guerra exacerba las diferencias e inequidades en la sociedad, sobre todo a los más pobres, quienes son los que más difícilmente se van a recuperar”, remató.