Una serie de emociones provoca entre los asistentes la obra“La Casa de los Deseos”, pues en una habitación oscura elpúblico siente fuego cerca de sus pies o gotas de agua en elrostro, aprecia el olor de comida y hasta escucha gritos y llanto.La novedad de este espectáculo es que se trata de teatrociego.
A cargo de Pablo Moreno Viveros, desde hace 18 años, más de 5mil representaciones han permitido que los asistentes a lafunción experimenten nuevas formas de expresar sus emociones einteractuar con los personajes y, en algunas ocasiones, formarparte de la historia que cuenta la vida de un circo y susactores.
Cada sábado por la noche unas 40 personas se reúnen en lacasona ubicada en el 7 Oriente número 9. A todos se les entregóun programa de mano, diferente a todas las representaciones dentrode los teatros, el folleto está en braille y una persona conceguera es quien traduce.
A todos los integrantes se les proporciona un antifaz, pues laintención es que activen al máximo sus sentidos y confíen en laspersonas que fungirán como guían durante la función. Una vez quelos organizadores se cercioran de que el público no puede ver ytiene bien colocada la venda, comienza el espectáculo.
Los asistentes se forman en fila india y se sujetan del hombrode la persona que está adelante, con desconfianza, muchos deellos, avanzan por un pequeño pasillo, guiados por una persona conceguera, suben unas escaleras y ocupan un lugar dentro de lahabitación en la que se llevará a cabo la función.
Al ser un circo, parte de la obra, los asistentes perciben enprimer lugar un olor de palomitas –que pueden consumir- y, poco apoco, se desarrolla la función en la que hay un hombre súperfuerte, una enana enamorada, un payaso borracho, un equilibristahuérfano, el dueño del circo y la perra risitas, quienes llevanal público a angustiarse, llorar, gritar o tener ganas de salircorriendo.
Durante más de una hora los elementos como el agua, el fuego,la tierra y el viento motivan al público a permanecer en lahabitación.
El clímax ocurre cuando se enciende el fuego y losespectadores, sin saber qué pasa, sienten el calor dentro de lahabitación, por lo que algunos de ellos tienen pánico y quierensalir, pero de manera inconsciente se dejan las vendas en los ojos,permitiendo que sean otros sentidos los que los motivan a quererescapar o permanecer.
Fue en 1999 años que a Moreno Viveros y su equipo de trabajo sele ocurrió realizar una obra de teatro ciego, que en sus tresprimeras funciones fue dirigido a personas con discapacidad visual,pero luego el proyecto se extendió a todo el público y tanto eléxito como las reacciones han sido tan intensas que la obrapermanece aún después de 18 años.
“Presenciar la obra implica una experiencia sensual,sensorial, pues intenta recrear la visión intelectual a travésdel estímulo de los otros sentidos. Es un proyecto filantrópicode labor social para con los ciegos y de sensibilización yconsciencia para gente que sí contamos con la vista”, expresóen entrevista con El Sol de Puebla el director de la obra.
El éxito de la obra es incierto, lo que sí sabe el director esque el proyecto nació tras una investigación en la que integrarona personas con ceguera, médicos y psicólogos para conformar unguion, a través del cual lograron que los asistentes utilicentodos sus sentidos y descubran emociones.
Moreno Viveros tiene además otros nueve proyectos teatrales condiferentes temáticas, dirigido a niños y a adultos, en los queincluso abordan asuntos como el Virus de la InmunodeficienciaHumana (VIH), por ejemplo.
Las funciones se llevan a cabo todos los sábados a las 20:00horas en la 7 Oriente número 9, con una cuota de recuperación de200 pesos y cupo limitado.