La sobrepoblación en 22 Centros de Reinserción Social(Ceresos) del estado de Puebla evidencia la falta de políticas deprevención del delito y el fracaso del sistema de procuración dejusticia que imponía prisión a todos los presuntos responsablesde un delito, incluso a inocentes sin cumplir con el objetivo dereintegración social, consideraron Juliana Vivar Vera, MatíasRivero Marines y Alberto Zenteno Meza, catedráticos especialistasen derecho.
A propósito del estudio “Los centros penitenciarios enMéxico, ¿centros de rehabilitación o escuelas del crimen?”, elCentro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (Cesop) de laCámara de Diputados que revela que 22 reclusorios de la entidadpresentan una sobrepoblación de 2 mil 345 internos, losacadémicos señalaron que es la consecuencia de los errores enpolíticas públicas para evitar la comisión de delitos, pues enel anterior esquema de impartición de justicia, todos lospresuntos responsables de un delito eran recluidos, de modo que amayor incidencia, había más reos.
A decir de Juliana Vivar, profesora del departamento de Derecho,Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas del Tecnológicode Monterrey campus Puebla, el alto número de internos en lospenales poblanos exhibe que las autoridades han sido incapaces dedesincentivar la delincuencia, pues la cantidad de internosrepresenta la comisión de delitos.
Y no descartó que una buena parte de ellos no sean responsablesde los delitos que se les imputan o hayan cometido algún delitomenor, que podría resolverse sin la prisión preventiva, “porquees real que hay personas inocentes ahí dentro”, expresó.
Lo más grave, agregó, es que el hacinamiento en las prisionessuele promover la corrupción e incentivar la comisión de otrosdelitos, lo que lejos de conseguir la reinserción social dequienes son internados, favorece más actos ilícitos.
Coincidió al respecto, el director de la Facultad de Derecho dela Upaep, Matías Rivero Marines, pues mencionó que el elevadonúmero de reclusos ha producido que las autoridades pierdan elcontrol de las prisiones, lo que ha sido aprovechado por ellostomando cierto poder para cometer otros actos, “prueba de elloson los altos índices de delincuencia al interior, tráfico dedrogas, de armas punzocortantes, de celulares para extorsiones”,abundó.
Esto, añadió, da como resultado que los reos conozcan másacerca de la comisión de otros delitos y que luego, cuando sonpuestos en libertad, si no tienen oportunidades reales de empleo,cometan más delitos, “entonces no se cumple con el objetivo dela reinserción social”, completó.
MENOS INTERNOS, RETO DEL NUEVO SISTEMADE JUSTICIA PENAL
A decir de Alberto Zenteno Meza, capacitador certificado de laSecretaría Técnica del Consejo de Coordinación (Setec) para laimplementación nuevo sistema de justicia penal, la reducción dela sobrepoblación carcelaria es uno de los principales retos deeste nuevo esquema de justicia, sin embargo agregó, esto nosucederá rápidamente sino de manera paulatina.
Y es que recordó que este nuevo esquema de procuración dejusticia no impone la prisión preventiva a toda la comisión dedelitos, sino sólo a los indicados en el artículo 19constitucional.
Pero el también catedrático de la Escuela Libre de Derecho dePuebla añadió que para que el nuevo sistema de justicia penalfuncione correctamente, debe haber capacitación a todos losservidores públicos encargados de su operación así como uncambio cultural en la sociedad para aceptar las alternativas deresolución de delitos y promover la cultura del respeto y lalegalidad.
