“Las víctimas no le deben explicación a nadie”, fue lo que compartió la mujer que fue atacada con ácido en la zona de Angelópolis y a la par, dio a conocer que se encuentra en diálogo con abogadas y profesionistas para tomar decisiones en torno a la denuncia en la instancia correspondiente.
A través de un comunicado de prensa, Pilar Trejo, la persona que dio a conocer el caso, compartió que el proceso ha sido desgastante para la víctima y su hija (quien ha sido el vínculo con los medios de comunicación). En este punto, mencionó que atender el dolor físico y emocional es prioridad para esta familia, mucho más que la necesidad de visibilizar el hecho.
En cuanto a la denuncia, señaló que es una decisión que sólo le corresponde tomar a la sobreviviente de la agresión. Si bien, entiende que la denuncia es un derecho que se puede ejercer, considera que también debe entenderse el impacto emocional que los procesos, tanto el desgaste físico, emocional, así como económico que recae en la víctima y sus redes de apoyo.
“La denuncia de ninguna manera debería condicionar a las sobrevivientes con respecto al acceso a sus derechos, tal cual lo estipula la normativa para la protección a los derechos de las víctimas (…) Recordemos que la violencia ácida es un claro ejemplo de la violencia estructural que enfrentamos las mujeres y que se ha reproducido en distintos contextos, son agresiones con una altísima carga simbólica que pretenden marcar de por vida, e impone una condena social que acompañará de por vida a la víctima. El acto tiene un componente de posesión y dominio”, dice el texto.
En el comunicado, el cual está firmado por Pilar Trejo, la víctima y su hija, explicaron los efectos de los ataques con ácido, los efectos en la salud, los médicos, los efectos psicológicos y hasta los sociales. Además, de que hicieron una relatoría de los hechos.
“Es indispensable contar con la paz y la tranquilidad, pero a partir de ahora y debido al cansancio que ellas sienten y al abrumamiento mediático, tomaremos la decisión de extender comunicados para darle seguimiento y respetar los procesos legales, en caso de emprenderse alguno (…) no nos vamos a quedar calladas; sin embargo, para alzar la voz, lo primero que requerimos es volver a sentirnos seguras y sin miedo. ¡La digna rabia se convertirá en voz!”, señalaron.
Para concluir, puntualizaron que los Estados están en la obligación de proteger los derechos de todas las personas, esto implica prevención de delitos, ataques y de violencia, así como dar castigos eficientes a quienes la justicia declare culpables de la comisión de un delito.
La familia ha sido contactada por la Unidad de Atención Inmediata a la Mujer IDAIM, para darles el seguimiento jurídico y psicológico, mismo que tomarán.