Nuevamente los vecinos de Lomas de San Miguel registraron inundaciones en sus inmuebles, hace un mes perdieron la mayoría de sus pertenencias y cuando creyeron que ya estaban recuperados de esta situación, otra vez los estragos del clima causaron afectaciones al grado de perder la mayoría de sus objetos de valor.
Los habitantes de la calle Monte Albán llevan meses solicitando ayuda de las autoridades para crear un mecanismo que permita que el agua no se estanque enfrente de sus casas, pero sus peticiones han sido ignoradas. Su última desgracia se registró la noche de este 20 de septiembre, pues la lluvia inundó sus hogares y tuvieron pérdidas totales.
Al llegar a esta calle se pueden ver artículos electrodomésticos descompuestos, colchones, ropa, zapatos, libretas mojadas y hay grandes hoyos con agua estancada. También se pueden observar a los vecinos mojados, llenos de lodo y tratando de salvar lo poco que les queda, colocan su ropa en las banquetas para que se sequen y trataran de limpiar sus cisternas que se llenaron de agua sucia.
A la señora Ángeles Hernández es la segunda ocasión en el año que se le inunda su casa, la primera fue hace un mes y la segunda fue el pasado domingo; alrededor de las 18 horas del 20 de septiembre la lluvia empezó a ingresar a su hogar y aunque las nueve personas que viven en este lugar apoyaron para que el agua no entrara y levantaron todas sus cosas, llegó un momento en que ya no pudieron con la fuerza del agua.
Está triste y desanimada porque en la pasada inundación tuvieron que comprar ropa, cambiar muebles y hoy en día, otra vez tienen que vivir este “mal sueño”. Sus conocidos le han dicho que se cambie de casa, pero económicamente esto es imposible, además de que no pueden dejar tan fácil su único patrimonio.
Lo mismo ocurrió en la casa de María del Carmen López, todas las habitaciones del primer piso se inundaron, incluso las puertas que son de madera se rompieron y las de metal se desoldaron por la intensidad del agua. Cuando vieron que el agua venía con mucha fuerza optaron por irse al segundo piso y sólo pudieron observar como todas sus pertenencias se mojaban.
“Es un problema desde hace varios años, pero en últimos meses se ha complicado, el agua cada vez viene más fuerte y tenemos miedo de que en algún momento nos llegue a tapar, además eleva en cuestión de segundos, cuando quieres salir ya es imposible y no podemos irnos cada vez que llueve, es imposible”, comentó.
El 20 de agosto este medio entrevistó al señor Pablo Vázquez y a Josefa Rodríguez, quienes rentan una casa en la calle Montalbán, este espacio lo convirtieron en una tiendita que los ayuda a sacar sus gastos y en aquella ocasión sus refrigeradores se descompusieron por la inundación. Para este lunes nuevamente registraron pérdidas y cada vez está siendo más difícil juntar dinero para rehabilitar su negocio.
Todos los entrevistados consideraron que las inundaciones son resultado de los asentamientos irregulares en las barrancas aledañas, además que los negocios que se colocan enfrente del Cereso de San Miguel, tiran basura en las coladeras. Por tal motivo, pidieron al Gobierno del Estado, al Gobierno de la Ciudad de Puebla y a la empresa Agua de Puebla para Todos que tomen cartas en el asunto, pues están desesperados y ya no saben qué hacer.