Contenidos pobres, fue como Cristian Colt describió las actividades que en este primer día de clases le impartieron a su hija de manera virtual al considerar que -al menos en esta primera transmisión que tuvo con la maestra- la clase no fue dinámica y nutrida.
La madre de familia indicó que a pesar de que su hija va en escuela particular, el contenido que propuso la institución en este primer día no fue muy prometedor ya que esperaba algo con mejor planeación a fin de que los niños avancen y no pierdan la continuidad del ciclo escolar.
Danna es su hija, tiene 7 años de edad y cursa el segundo año de primaria. El estar en resguardo domiciliario ha provocado la inquietud de su hija por ver a sus compañeros y su maestra, a quienes después de tanto tiempo pudo volver a ver de manera simultánea a través de la videoconferencia.
Reconoció que el hecho de que los alumnos pudieran verse entre sí fue algo que los entusiasmó, pero destacó que la clase virtual no logró del todo su objetivo debido a que no todos ponían atención sumado al hecho de que la maestra no interactuó con los alumnos.
“La maestra hablaba sin importarle si estaban aprendiendo o no, solo hablaba y no les preguntaba si tenían dudas. Sería bueno que pusieran más atención en los niños y resolvieran las dudas de los pequeños”, consideró.
Agregó que los papás ponen de su parte para que los niños aprendan, pero resaltó que los maestros deberían aprovechar estas herramientas que les permiten interactuar con los alumnos para que estos avancen.
Señaló que este día su hija hizo algunos ejercicios relacionados al deporte, aunque confía que paulatinamente las actividades tomen su curso como lo hacían durante las clases presenciales.