El amor, la comunicación y el respeto son la clave delmatrimonio de María Luisa Juncos y León Meneses, quienes llevancerca de 56 años casados y aunque a lo largo de todo este tiempotuvieron problemas como todas las parejas, siempre encontraron laforma de resolver sus diferencias. Y, medio siglo después -porquedisfrutan de su compañía- se irán de vacaciones a Huatulco.
Don León, llegó caminando a lado de su esposa, serio, aprimera vista pero muy simpático al interactuar. Caballeroso, comoel primer día, relata Luisita –como le dice de cariño sumarido- pues le carga el bolso, le acomoda la silla y le ayuda asentarse y levantarse de ella.
En la Casa del Abue es una de las parejas más sólidas que seconocen, pues de forma normal comparten tiempo e intereses. “Note mereces al marido que tienes”, cuenta Luisita, que son algunosde los reclamos que compañeros le hacen, pues se califica a símisma como berrinchuda y caprichosa y, a pesar de eso, don Leónsiempre la acompaña.
Luisita tiene 76 años de edad y Don León, 78. Se conocieronhace 61, cuando ella tenía 17 y él 19, duraron cinco años denovios y después, con todos los protocolos, se casaron y tuvierontres hijos, a quienes les brindaron educación y lograron sacaradelante a base de esfuerzos.
Hablar de amor, en la actualidad, resulta utópico, pero estapareja demuestra que es posible mantener una relación que sesustenta del amor, el respeto y la comunicación, según suspropias palabras, ya que en todas las dificultades que se les hanpresentado, hablar de sus diferencias y resolverlas juntos fue lafórmula para mantenerse juntos.
Don León quedó huérfano a los cuatro años de edad y aunquevivió en Quecholac, junto con un primo que lo cuidó, a los 14años se mudó a la ciudad de Puebla donde comenzó a trabajar enlo que le fue posible y al cumplir la mayoría de edad fuecontratado por la empresa de cervezas Corona, donde se desempeñócomo montacarguista.
Ella, por otra parte, era estudiante cuando se casó y si biense dedicó a las labores del hogar, a diferencia de muchosmatrimonios de la época, tomaron la decisión de no tener más detres hijos y para tener ingresos adicionales, pues se dedicó alcuidado de sus hijos, decidieron abrir una miscelánea quesobrevive hasta la fecha, pero atendida, ahora, por una de susnueras.
“Él fue un hombre que me cuidó mucho, por eso no tuvimostantos hijos. Desde que yo me casé para mí fue un excelentehombre, desde que nos casamos tenía mi casa, no sé cómo le hizo,pero yo ya tenía mi tinajero con mis trastes, mi camita, missábanas nuevas y me dijo que ahí íbamos a vivir y así los doshemos salido adelante, no me dejó trabajar, pero me dio laoportunidad de estudiar”, expresó Luisita.
Luego de que sus hijos crecieron y comenzaron a valerse por sísolos, ella tomó la decisión de sacar un certificado como maestrade tejido, el cual obtuvo a los 46 años de edad y comenzó adedicarse a esta actividad.
AMOR, RESPETO Y RESPONSABILIDAD: SUSHERRAMIENTAS
Su historia de vida es diferente a las de otras personas de latercera edad, pues su crecimiento personal lo han logrado juntos.Están conscientes de que las relaciones sentimentales en laactualidad son prácticamente “desechables”, pero ellos dealguna manera encontraron la forma de mantenerse unidos.
Durante más de medio siglo nunca pensaron en separarse y susdiferencias no fueron tan grandes que no pudieran resolverlasjuntos, lo cual –como ambos contaron a El Sol de Puebla- generasorpresa entre la gente que los conoce quienes siempre preguntan¿Cuál es la clave para mantenerse juntos?
Su respuesta suena muy simple: amor, respeto, responsabilidad ycomunicación. Sin esto, advirtieron los dos, es muy difícil saliradelante como pareja y a pesar de que mucha gente no logra llevar acabo esta fórmula, pues les resulta muy complicado–coincidieron- para ellos fue fácil llevarlo a la práctica.
“Hemos tenido problemitas, como cualquiera, nunca nos hemosseparado, siempre hemos estado juntos a pesar de las pocadiferencias que hemos tenido”, dijo él y ella agregó: “cuandohay cariño, todo se soporta, cuando ya no hay cariño, para quéestán juntos”.
A su parecer, se trata de educación, ejemplo y valores que seinculcan desde la familia, pero sobre todo de decisión, pues apesar de que don León quedó solo desde muy pequeño, observó aotras parejas e incluso a sus propios suegros y se dispuso a teneruna relación duradera y así lo cumplirá, se puede apreciar en laforma de sonreír y ver a Luisita.
DISFRUTAN SU TIEMPOJUNTOS
Chiapas, Veracruz, Guanajuato, Huatulco, Puerto Escondido yManzanillo, son tan solo algunos de los lugares que fueron testigosde su amor, pues siempre han disfrutado pasar tiempo juntos, cuandosus hijos eran pequeños viajaban con ellos, ahora, lo hacen solospues siguen conociendo y aceptando sus defectos y virtudes.
Tan es así que tienen planeado ir nuevamente a Huatulco devacaciones y aunque el 11 de junio cumplirán los 56 años decasados, el viaje no tiene que ver con una celebración, sino paraseguir conociendo México.
Creer en Dios también les ayudó a mantener su relaciónestable y por eso el mensaje a las nuevas generaciones, por muyromántico que parezca, es que el amor sí existe y ocurre cuandohay respeto, responsabilidad y el interés por compartir todo conla pareja así como preocuparse por ella.
