Acceder a una vivienda en Puebla resulta casi imposible para los jóvenes de entre 15 a 29 años de edad, pues más de la mitad percibe apenas un salario mínimo mensual y obtener un financiamiento es poco viable, de acuerdo con el primer Informe de Vivienda del Observatorio de Salarios de la Ibero Puebla.
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El estudio presentado por integrantes de la licenciatura en Economía y Finanzas de la universidad privada, exhibió que la mayoría de los adultos jóvenes en la entidad poblana tienen un nivel de ingresos de un salario mínimo, en el caso de la población de 15 a 19 años es del 67.7 por ciento y 54.9 por ciento de la población de 20 a 29 años.
En contraste, apenas el .20 por ciento y .50 por ciento de la población de 15 a 19 años y de 20 a 29, respectivamente, llega a percibir más de cinco salarios mínimos.
A decir de Mar Estrada Jiménez, coordinadora de la licenciatura en Economía y Finanzas de la Ibero Puebla, los ingresos bajos obligan a las personas a vivir en espacios reducidos y sin contar con servicios básicos, o en lugares en condiciones de deterioro, además que la localización no es adecuada, ya que el precio de suelo es más alto en donde las viviendas sí tienen acceso a servicios.
Por lo anterior, las investigadoras indicaron que es necesaria la vivienda para bajos ingresos, además de requerir un estudio o diagnóstico para definir espacios óptimos y dignos.
Casas mantienen costos muy elevados y van en aumento
De acuerdo con los datos, hay 3 mil 320 viviendas nuevas con un monto promedio de 1 millón 134 mil 870 pesos y 2016 casas usadas con un monto de 1 millón 287 mil 350 pesos, lo que ubica a la entidad como una de las que más caro es comprar un inmueble, a pesar de tener los ingresos más bajos en el país.
A esto de sumó que en los últimos ocho años, de 2015 a 2023, el costo de la vivienda en la entidad poblana aumentó un 86.5 por ciento, situación que colocó al estado en el lugar 18 a nivel nacional de municipios con mayor incremento.
Con esta información expusieron que el 90 por ciento de las paredes de las viviendas están elaboradas con ladrillo, block, cantera y cemento; el 46 por ciento tiene piso de cemento; el 43 por ciento de madera o recubrimientos y el 4 por ciento tiene el piso de tierra.
Respecto a sus condiciones, el 51 por ciento tiene humedad y filtraciones; 48 por ciento grietas y cuarteaduras; 14.3 por ciento muros pandeados y deformaciones en marcos de puertas; 12.9 por ciento levantamientos y hundimientos de piso; 12.2 por ciento con fracturas, deformaciones de columnas, vigas o trabes.
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Finalmente, la investigadora consideró que es necesario un estudio o diagnóstico para definir espacios óptimos y dignos de una vivienda, así como que la iniciativa privada apueste por crear inmuebles para bajos ingresos.
