Es mentira que los gobiernos de Puebla y Tlaxcala hayan cumplido el 85 por ciento de la recomendación 10/2017 que hace dos años emitió la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para sanear el río Atoyac-Zahuapan, denunció Alejandra Méndez Serrano, del centro Fray Julián Garcés, Derechos Humanos y Desarrollo Local de Tlaxcala.
Según la activista, en la recomendación de la CNDH se estableció la creación de un grupo interinstitucional con la participación de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), sociedad civil, las empresas instaladas, los gobiernos estatales de Puebla y Tlaxcala y los municipales por donde atraviesa el afluente, lo cual no ha ocurrido.
“Según la CNDH en sus últimas visitas, la recomendación está cumplimentada en un 85 por ciento, lo cual es una simulación, es una mentira, ese grupo no ha ocurrido”, afirmó.
Incluso aseguró que los gobiernos estatales están violentando los derechos humanos de las personas al gastar presupuesto en la construcción de plantas biológicas de tratamiento que no sirven, porque varias industrias están conectadas a los drenajes municipales.
En la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales donde activistas e integrantes de la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales (ANAA) expusieron los resultados de la caravana Toxi-Tour que se realizó por varios estados del país del 2 al 10 de diciembre, la especialista indicó que en los últimos 40 años la cuenca del Atoyac sufrió un proceso de industrialización con más de 20 mil unidades económicas dedicadas a la manufactura, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
“Esto ha traído una urbanización salvaje, acelerada y descontrolada, estos procesos junto con la desregulación ambiental que propician los tratados de libre comercio facilitaron que las industrias viertan los contaminantes en el aire, el agua y los suelos y que rebasan los límites máximos permisibles establecidos en la norma”, dijo la activista.
Denunció además que en la cuenta del Atoyac-Zahuapan hay más de 150 sustancias tóxicas que ya no están contempladas en la norma ambiental y operan en completa impunidad.
Refirió que la Conagua ha detectado que tan solo en el Atoyac se vierten 780 toneladas diarios de contaminantes, lo que ha repercutido en la salud de la población donde según el INEGI, cada cuatro horas murió una persona por leucemia o por algún tipo de cáncer, insuficiencia renal o abortos espontáneos, en el periodo de 2002 a 2016.
Alejandra Méndez recordó que en 2011 la organización a la que pertenece interpuso la queja en la CNDH y que fue resuelta hasta el 2017 debido al tiempo que tardó en documentarse la relación del ambiente contaminado y el riesgo de contraer enfermedades.