En el marco del Día Mundial de los refugiados que se conmemora este 20 de junio, Alejandra Domínguez, representante de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) en Puebla y, Silva Garduño, representante del área de Comunicación de esta misma agencia, compartieron que uno de los objetivos de la agencia es sensibilizar a la ciudadanía sobre la importancia de brindar apoyo a aquellas personas que “vienen huyendo de historias crueles y que se vieron obligadas a abandonar todo en su país de origen”.
En cifras detallaron que, según el reporte Tendencias Globales de la Acnur, en 2019 se contabilizaron 28 mil 533 personas refugiadas en México y 70 mil 400 solicitaron la condición de refugiado durante el mismo año. El número de solicitantes de asilo durante 2019 representó un aumento de 138 por ciento en comparación con 2018.
Indicaron que ante este panorama “cada vez será más normal que los mexicanos convivan con refugiados, por eso, la importancia de hablar de este tema para concientizar al respecto”, toda vez que México se ha convertido en un país de destino para personas refugiadas por lo que destacaron el interés y trascendencia que representaría el abordar políticas públicas que garanticen el ejercicio de sus derechos en el país.
Destacaron que desde el pasado 13 de enero decidieron poner en marcha una extensión de la Acnur en Puebla para dar continuidad a las solicitudes de refugio las cuales reconocieron cada vez van en aumento ante las situaciones críticas que viven en su país.
Recordaron que la agencia ha tenido presencia en México desde 1983 con trabajo en más de 10 Estados de la República la cual “tiene el mandato de proteger a las personas refugiadas y solicitantes de asilo en México, así como apoyarles para que encuentren solución a su situación una vez que llegan al país y puedan ser integradas dignamente en las comunidades que les reciben”.
Con lo que respecta a las acciones que han realizado en Puebla, mencionaron que como primera instancia han tenido acercamiento con diversos organismos gubernamentales y civiles con el fin de generar sinergias que permitan integrar a las personas en ciudades que tengan las condiciones para recibir a los refugiados y a su vez reciban oportunidades laborales, acceso a la salud y a la educación para ellos y su familia.