Al menos 100 mexicanos han muerto en Brooklyn, New York por Covid-19, algunos de ellos sus últimos días y los malestares físicos ocasionados por el virus los pasaron en su domicilio, declaró Gabriel Rincón, presidente de la junta directiva de la cadena de hospitales “Family Health Centers at NYU”.
El médico residente de Brooklyn y originario del estado de Puebla, señaló que existe una enorme desventaja de atención médica a migrantes, un sector de la población –no solo del país sino de ciudades de Centroamérica y Europa–, que atienden en las clínicas de “Family Health”.
“Aquí se dice que han muerto más de 100 personas mexicanas por Covid-19 (…) No tendría los datos, pero es verdad que la gente ha muerto en las casas”, dijo.
Rincón explicó que, a principios de marzo, los enfermos que solamente presentaban signos específicos de Covid-19 ingresaban a los hospitales y al resto los mandaban a su casa, en ese proceso, comentó que supo de pacientes que murieron, debido a que no regresaron para seguir el tratamiento.
Primero, (el paciente) fue al hospital, le hicieron la prueba, salió positivo, de alguna manera no quiso regresar a atenderse y falleció. Hay mucha gente mexicana que falleció de esa manera y los fueron a traer a las casas en ambulancias o los bomberos fueron a sacar los cadáveres
Inicialmente, comentó que, por el protocolo de salud, a la familia no les entregaban el cuerpo por la posible infección que pudiera representar, entonces solo los cremaban y los regresaban en cenizas.
“Family Health Centers at NYU”, explicó, es una cadena de hospitales que oferta a la población vulnerable, en la que entran migrantes de diversas ciudades del mundo, un servicio de salud con un costo de acuerdo a sus posibilidades financieras; de las 720 mil consultas que realizan un 20 por ciento corresponden a pacientes mexicanos (un estimado de 144 mil atenciones).
Rincón, especialista en odontología, refirió que los migrantes mexicanos principalmente piden atención médica para atender sus problemas de diabetes, de hipertensión, artritis, lo que los hace vulnerables del contagio de coronavirus.
Otro de los puntos negativos en su contra es que viven en casas hacinados, porque vecinos, amigos y familiares que salen de nuestro país a buscar el sueño americano se encuentran en un mismo punto: “esto no contribuye a que la gente esté más segura, porque este virus no se sabe quién lo tiene (…) se agudiza el área de infección”.
En materia económica, los migrantes padecen de ingresos porque sus empleos en el área de la construcción, jardinería, y diversos oficios que tienen en restaurantes están paralizados.
MEXICANOS EN EL EXTRANJERO DUDARON DE COVID-19
Gabriel Rincón expuso que inicialmente los mexicanos no creyeron en el Covid-19, algunos de ellos influenciados por la información divulgada en México.
“Ellos pensaban que era algo insignificante, que no era cierto y eso no nos ayudó mucho porque la gente falleció precisamente por eso. Empezaron a tomar conciencia cuando la gente comenzó a fallecer y segundo, cuando las medidas de gobierno decidieron cerrar espacios”, dijo.
Una vez que los connacionales vieron los casos confirmados por coronavirus, comentó que los mexicanos empezaron a “tener miedo”, incluso, todos se “encomendaron al santo de su devoción para que los ayudara”.
No obstante, algunos siguen escépticos, pues dijo que aún llegan pacientes al área de urgencias sin mascara de protección, como demandan las medidas sanitarias en New York.
MÉXICO DEBE DEJAR LA POLITIQUERÍA
Por otra parte, Gabriel Rincón, presidente de la junta directiva de la cadena de hospitales “Family Health Centers at NYU” consideró que México debe de dejar de tratar el tema de Covid-19 con un enfoque político y atenderlo como corresponde.
“México, y me va a disculpar, se deben dejar de politiquerías, cada vida que se pierde es una vida humana que no se recupera y debe ser un esfuerzo común de todos. Deben de concientizarse la gente en el poder que toman las decisiones”, dijo.
Asimismo, comentó que se tienen que tomar las experiencias de países como Estados Unidos que con los especialistas han atendido el tema. Por esa razón, condenó que desde el gobierno de la República se prepare una estrategia para salvar vidas de los más jóvenes: “Y los viejos ¿Qué se mueran?, debe de tomarse mucha experiencia, tomar lo mejor del mundo”.
Finalmente, calificó de aberrante que se continúen con los eventos públicos con políticos y gobernantes donde se convoca a periodistas y la ciudadanía, por eso, hizo un llamado para tomar enserio la enfermedad porque en el mundo no existe ningún súper héroe.