Los chiles en nogada están pasando su peor momento como un daño colateral del coronavirus. Los pobladores de Calpan, municipio con herencia histórica de este tradicional platillo, no dan una en esta temporada con casi nula visita de comensales.
Si en años anteriores los pintorescos negocios lucían abarrotados con mesas montadas en colores rojo, verde y blanco, ahora, cada negocio de este poblado está vacío.
Desde la entrada se puede percibir que no llega gente y Calpan se siente como un pueblo fantasma.
Blanca Estela de Hacienda El Carmen debutó este año en el negocio de chiles en nogada, para su mala suerte, el coronavirus se le cruzó en el camino y su venta ha ido a la baja.
Al día, solo vende seis de estos típicos platillos, algo poco redituable si se compara con la inversión de tiempo y dinero que requieren para su elaboración.
“La verdad no sé si por miedo la gente no ha venido y tratamos de ir a flote, porque estando así las ventas pues no. La mayoría de la gente los pide para llevar. Con esta situación no conviene ya hacer chiles en nogada”, comentó Blanca Estela en entrevista con El Sol de Puebla.
Con la reactivación económica del estado, que se dio este viernes con la apertura al 30 por ciento de restaurantes, la propietaria no ha visto ninguna mejoría.
“La fruta por la lluvia no se dio bien ¡Se imagina! El sábado nos visitaron sólo seis personas en todo el día. Quisiéramos continuar con la venta, pero con todo esto hasta los ánimos se nos van”.
En este lugar, con horario de atención de 11 de la mañana a 7 de la noche, un chile de 350 gramos cuesta 150 pesos.
Serafín Bautista con 18 años en el negocio de los chiles en nogada y dueño del Jardín Los Compadres, también ha visto difícil esta situación, pues a diferencia del año pasado, donde producían tonelada y media de este manjar, ahora apenas llegan a los 300 kilos.
“La fruta no puede esperar, ella se madura y hace lo que tiene que hacer, nosotros lo que hacemos en venderla, pero a quién, sino tenemos turismo ni comensales. De esta manera Calpan está en una situación muy difícil, no tenemos de donde subsistir”, agregó Serafín.
Los calpenses están en una precaria situación, pues en esta temporada, donde pululaba gente, ahora, a duras penas, reciben a 50 personas por día, en el caso de Los Compadres.
“El año pasado habíamos 800 personas por día, el fin de semana, ahorita no hay ni 50 comensales en el negocio. Es una crisis total para todos los de aquí del pueblo”.
Serafín pidió ayuda al gobierno del estado para que los publiciten, pues Calpan es un destino gastronómico para Puebla.
“Hacemos un atento llamado al gobierno para que nos apoye en esta situación económica y no sólo a mí, sino a todo el pueblo en general. Queremos que nos hagan más publicidad porque contamos con espacios limpios y que nos den la oportunidad de trabajar”.
Los Compadres ya reciben a personas con precios de 180 a 230 pesos por platillo con un peso desde 350 a 600 gramos más guarnición.
“Por el momento estamos muy restringidos, pero tratamos de no meter tanta gente por la situación del gobierno que nos ha implementado”.
Irving Jiménez de La Tradición, negocio con seis años en activo, destacó que en 2019 las calles de Calpan estaban tan atiborradas que no podían pasar los automóviles, caso contrario al que vive actualmente.
“Ha sido muy difícil. No ha habido mucha afluencia de gente. Los casos de la enfermedad se han dado por todos lados y aquí hay muchos lugares que han cerrado.
“En años anteriores, simplemente a esta hora no podías caminar”.
En su caso, Irving vendía en promedio unos 120 chiles en nogada por día, ahora su venta ha bajado más del 50 por ciento.
“Yo estoy dando los chiles a 150 pesos, no puedo bajarme más porque sino no sale, tenemos gastos de personal y de la fruta. Si yo pongo un chile a 200 pesos difícilmente lo pagarían”, concluyó con tono de preocupación e incertidumbre.