El Obispo Auxiliar de Puebla, Tomás López Durán, presidió la misa dominical de este día y la dedicó a los siete peregrinos que fallecieron el pasado viernes, en un accidente de autobús, cuando se dirigían al santuario de la Virgen de Juquila, en Oaxaca.
Desde la Catedral de Puebla, el Obispo Auxiliar pidió por el descanso eterno de las víctimas, quienes han sido identificadas como Bernardina García García de 49 años, Sandra García Ponce de 33, Alexis de la Rosa García y Mari Cruz García Ponce, ambos de 30 años, así como los menores Alexis Ariel Rodas Muñoz, Eduardo Rodas Muñoz y Bryan García Ponce, de ocho, 10 y siete años, respectivamente.
“Acuérdate de nuestros hermanos que se durmieron en la esperanza de la resurrección, de nuestros hermanos peregrinos, poblanos fallecidos en un accidente y que se dirigían al Santuario de la Virgen de Juquila, fueron siete hermanos los que entregaron su vida por amor a la Virgen María”, dijo López.
El accidente ocurrió a las 05:15 horas del pasado viernes 22 de abril, en el kilómetro 38 de la carretera Juquila - Río Grande, cuando el camión en el que viajaban los peregrinos volcó dejando como saldo siete personas muertas y 20 lesionadas.
Asimismo, durante el segundo domingo de la divina misericordia, el Obispo Auxiliar de Puebla recordó la presentación de Jesús ante sus discípulos luego de haber resucitado, así como la incredulidad de Santo Tomás ante tal hecho.
Explicó que actualmente, como Tomás, el mundo tiene la posibilidad de contemplar y comprobar la existencia de Cristo, pero es necesario aceptar el don de la paz para ser testigos de la presencia de Dios y portadores de su mensaje ante el prójimo.
“Es una clara invitación a que como Tomas también podamos acercarnos a las llagas del señor, contemplarlas y nosotros si podemos palparlas sobre todo cuando nos acercamos a los hermanos que están necesitados, encarcelados, los que tienen hambre, los que tienen sed, los desprotegidos, los más vulnerables”, acotó.