En el primer domingo de cuaresma, desde la catedral de Puebla monseñor Francisco Javier Martínez Castillo, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Puebla, llamó una mejor política en el país, la cual dijo debe estar puesta al servicio del bien común para vivir en una “amistad social”.
Durante la homilía, recordó que este 18 de febrero se llevó a cabo la Jornada Nacional de Oración por la Paz en México, con la intención de solicitar que las fuerzas políticas en nuestra República sean capaces de desarrollar comunidad y fraternidad, esto a unos meses de las elecciones para los diferentes cargos públicos.
Asimismo, apuntó que durante esta cuaresma es momento de la revaloración, iniciación, conversión y penitencia de los seres humanos para ser coherentes con el sacramento y fieles a la bendición de ser hijos de Dios. Explicó que es con palabras y hechos que se debe manifestar dicha fidelidad.
Rememoró que el Papa ha dicho que la cuaresma debe acogerse como el tiempo en el que Dios se dirige hacia la gente, pues nunca se cansa de todos. Además de que pide que se abandonen los pecados.
“Este es el tiempo de gracia en el que el desierto vuelve a ser el lugar del primer amor. Dios educa a su pueblo para que abandone sus esclavitudes y experimente el paso de la muerte a la vida”, mencionó.
Asimismo, expuso que como cada año, durante esta época se sabe que Jesús fue al desierto para ser probado durante 40 días, donde descubrió diferentes criterios de juicio y una comunidad para emprender un camino que nunca antes había recorrido.
“Debemos conocer el camino y eso solamente puede mostrárnoslo él, el Señor es bueno y misericordioso, no deja de indicarnos cuál es el sendero a seguir, queridos hermanos conviene que nos preguntemos si estamos dispuestos a seguir el camino que el señor nos indique. Él no nos dejará de mostrarnos la ruta, dejémonos conducir por él en la lectura”, señaló.
Llamó a la reflexión sobre qué significa convertirse, a lo cual apuntó que es pensar qué se debe cambiar en las formas de actuar o pensar, así como eliminar miedos, egoísmos y esclavitudes que impiden ser el proyecto original de Dios.
“El reino de Dios está cerca, crean en el evangelio, es el anuncio de todo lo esencial de su predicación, pero qué significa convertirse significa revisar el enfoque de nuestra vida, reajustar la perspectiva, analizar en profundidad y con sinceridad si no tenemos que ajustar, que corregir algo en nuestra manera de pensar y de actuar para que en nosotros se cumpla el proyecto de Dios de una vida más humana”, finalizó.