Aunque las panistas Mónica Rodríguez Della Vechia y Amparo Acuña Figueroa acusaron a la dirigente estatal Genoveva Huerta Villegas, de cometer violencia política de género en su contra, ninguna ha presentado queja formal ante la comisión interna del PAN.
Joanna Felipe Torres, secretaria ejecutiva de la Comisión de Atención a Violencia Política en Razón de Género del PAN, afirmó que no existe queja de ninguna de las panistas que se dijeron agraviadas porque Genoveva Huerta las desplazó de las posiciones que ocupaban al interior del instituto político, a Mónica Rodríguez de la coordinación de los diputados y Amparo Acuña de la Secretaría de Promoción Política de la Mujer de la dirigencia estatal.
“Formalmente no hemos recibido ninguna denuncia de mujeres militantes del estado de Puebla, donde haya alguna posible situación de violencia”, dijo al señalar que los agravios que acusan las militantes no son violencia política de género.
Aunque aseguró que desconoce los casos de Puebla, Joanna Felipe sostuvo que Genoveva Huerta no violentó a las panistas, ya que las y los presidentes de los comités estatales tienen la facultad de nombrar determinados cargos de manera unilateral, como la secretaria de promoción política de la mujer y la coordinación de diputados.
“Son cargos que de acuerdo con nuestra normatividad no tienen por qué pasar por ningún otro órgano colegiado, todos los presidentes y presidentas de todo el país lo hacen y nuestros militantes conocen su normatividad, saben que es facultad directa de la presidente en turno. Esto no puede representar violencia política”, agregó.
CAMBIOS SON ESTRATÉGICOS
Por su parte, la dirigente estatal del PAN respondió que los cambios que hizo “son estratégicos y en muchas ocasiones nuestras compañeras se apasionan, dentro de nuestro comité existen los caminos para aquella que sienta algún agravio”.
Sobre la impugnación que promovió Amparo Acuña ante la Comisión Nacional de Justicia del partido tras ser destituida de la Secretaría de Promoción Política de la Mujer del Comité Directivo Estatal, Genoveva Huerta dijo que son temas internos en los que se debe guardar prudencia e insistió en que los cambios fueron apegados a la normatividad del PAN.
En el documento, Acuña Figueroa detalló que a inicios de enero Huerta Villegas le pidió su renuncia, con el argumento de que “no tenía coincidencias políticas” con su esposo y actual dirigente del PAN en el municipio de Puebla, Jesús Zaldívar Benavides.
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