Después de aceptar que el proyecto de conectividad del transporte público con el Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C5) resultó un fracaso, el gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta, advirtió que no permitirá que se realicen negocios a costa de este servicio, entre los que incluyó también a los taxis piratas y remate de rutas.
El mandatario recordó que la conexión de varias unidades del transporte público se hizo a una plataforma privada y no directamente al C5 como se ofreció en el proyecto original.
“No están conectados al C5, están conectados a una plataforma privada, intermedia, de una empresa que fue la que les vendió la tecnología, un negocio privado, para mí no cuenta eso, yo no voy a aceptar lo que está hecho. Ya he mandado varios mensajes de las preguntas que ustedes hacen en las conferencias, yo no voy a ser el que encabece un gobierno donde el transporte público sea la misma porquería, negocios, piratas, remate de rutas, yo no”.
Sin embargo, el gobernador evitó señalar nombres de los posibles responsables, pues al ser cuestionado expresamente por este medio, Barbosa Huerta dijo que no ventilará responsabilidades de los integrantes de algún área en específico de su administración.
“Creo que lo que he dicho es suficiente en esta materia, lo demás son decisiones de gobierno que voy a tomar pronto y no voy a fijar en una rueda de prensa señalamientos de responsabilidad de los integrantes de un área de mi administración”.
No obstante, es la Secretaría de Movilidad y Transporte a cargo del secretario Guillermo Aréchiga el área responsable de vigilar el cumplimiento de la modernización en el transporte público, que tuvo que cumplirse desde el pasado mes de febrero con la instalación de cámaras de vigilancia, botones de pánico, GPS y la conexión directa al C5.