Luego de que el personal docente de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) emitió un manifiesto para exigir la liberación del campus, el gobernador del estado, Luis Miguel Barbosa Huerta, les pidió no ser cómplices de Luis Ernesto Derbez y reprochó que en su momento no se pronunciaran por el desfalco de la institución, así como de la fundación Mary Street Jenkins.
Fue este 26 de julio que los docentes pidieron la liberación del campus que fue tomado con apoyo de la fuerza pública el pasado 29 de junio. En el desplegado dijeron que su principal preocupación es que se garanticen las condiciones adecuadas para la actividad académica y la generación de conocimiento.
Barbosa Huerta dijo que no había leído el desplegado y que no podía opinar acerca del tema. Sin embargo, pocos segundos después declaró que desde el 2013 ya se sabía de los desfalcos que se estaban registrado en la Universidad, así como la Fundación y lamentó que en aquel entonces los docentes no hayan publicado ningún desplegado para reprochar esta situación. En ese punto dijo que en la UDLAP existió “la moral del silencio”.
En su opinión, la obligación de cualquier autoridad es cumplir y hacer cumplir la Constitución General de la República, la particular del Estado y las leyes que ambas emanen, es decir, intervenir en temas de legalidad.
“No voy a dar opinión porque ni lo he leído, que lo resuelvan ellos, les pido también a ellos que revisen si lo que hubo en la Fundación Mary Street Jenkins era legal o no, si hoy los fondos que están en Panamá o Bermudas son legales o no. Señores académicos, no sean cómplices de Luis Ernesto Derbez, de verdad, pero no voy a opinar porque no conozco el desplegado, yo lo que deseo es una salida negociada y legal, porque para el gobierno este tema es de legalidad ¿o va a ser otro de los temas que todos sabían, pero nadie opinó nada?”, comentó.
Hay que mencionar que, en el desplegado convocaron a los estudiantes y a los padres de familia a mantener su confianza en el personal de la institución y surgieron a restablecer las condiciones de estabilidad que la UDLAP tenía hasta antes del 29 de junio.
"Exigimos la liberación del campus y un deslinde de intereses políticos. Exigimos asimismo respeto a nuestra dignidad intelectual y moral: somos las y los formadores de generaciones ya egresadas y de muchas más por venir", fue parte de su texto.
