Una familia se encuentra sentada tomando un cafecito en el Café Colibrí mientras lee el periódico. Sus comentarios son escépticos y fuertes: “nosotros no creemos en el coronavirus, no existe”, incluso, dicen qué es más probable morir abatidos por la delincuencia que por la enfermedad.
–Mire aquí, hay más muertos por la violencia que por el coronavirus, dice un señor mientras señala una noticia difundida por El Sol de Puebla.
–La inseguridad sigue muy fea en Puebla, agrega consternado su acompañante, mientras busca cambiar su plática por temas más tranquilos.
Unos metros antes, una pareja de novios juraba su amor con besos y abrazos. Otros jóvenes dando un paseo y hasta buscando artículos para adornar sus teléfonos móviles.
Así son los escenarios en centros comerciales, en mercados populares y en las calles de la ciudad, donde la gente continua con sus actividades ordinarias.
Los mensajes en la radio, la televisión, incluso algunos esfuerzos que han hecho policías municipales en el perifoneo para invitar a la población “a quedarse en casa”, son en vano, debido a que no han sido totalmente atendidos por los poblanos.
Una menor de edad con sus padres y hermanos salían de dar un recorrido de Plaza Dorada, todos, un poco decepcionados porque la mayoría de los negocios estaban cerrados.
La contingencia por la pandemia no limita que familias completas vayan a comprar la despensa, mientras, los estacionamientos privados no estaban llenos, pero sí muy lejos de estar completamente vacíos.
Aunque, si es notorio que las filas más nutridas son en el banco. Ahí, fuera de las instituciones financieras– principalmente en las banquetas–si se nota como las personas han seguido las recomendaciones de la sana distancia.
Incluso, las precauciones de los cuentahabientes han dejado en el aire un aroma a alcohol, del gel antibacterial que se colocan en las manos constantemente.
Mientras en las vialidades, la circulación de los autos se mantiene, en puntos como el bulevar 5 de mayo y la vía Atlixcáyotl pasan más de 50 autos en un minuto.
EN MERCADOS HAY LIMPIEZA Y GEL
Los mercados populares han dedicado su tiempo para realizar limpieza en la zona donde ofertan sus productos, incluso, en algunos como el Miguel Hidalgo, Emiliano Zapata y el Carmen Serdán regalan a los clientes gel antibacterial.
Algunos clientes llegan a comprar su despensa con cubre bocas y otros son más precavidos pues llevan guantes.
En estos sitios es más difícil mantener la sana distancia, pero no falta el buen humor de los vendedores que siempre buscan sacar una sonrisa a sus compradores con ofertas: “lleve su naranja, su vitamina C, contra el coronavirus”.
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