Elia Tamayo Montes, madre del niño fallecido durante una protesta en Chalchihuapan, junto a un grupo de abogados obligaron al presidente de la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de Puebla, José Félix Cerezo Vélez, a recibirlos para entregar la solicitud de reapertura del caso del pequeño José Luis Tehuatlie.
Después de que el nuevo titular se había negado a recibirlos, la señora y su equipo de defensores Germán Molina e Hilario Gallegos, así como la activista Araceli Bautista, se metieron al patio de la comisión donde a gritos obligaron a bajar a José Félix Cerezo.
“Creo que tenemos nuevo presidente de derechos humanos, pero puede ser una continuidad de (Adolfo López) Badillo”, dijo Araceli Bautista. Al bajar, el presidente de la CDH saludó a Elia Tamayo y dijo que no es necesario que griten porque estaba en otros requerimientos.
El titular aseguró que conoce el caso Chalchihuapan porque trabajó en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y el seguimiento del asunto, por lo que afirmó que no se esconde de nadie, pero es respetuoso de la división de poderes.
“Yo vengo a trabajar en favor de los derechos humanos, les quiero informar que no es una decisión del Ejecutivo local que se reabra el caso Chalchihuapan, pero también señora le quiero comentar que la muerte de su hijo fue investigada porque la CNDH atrajo e investigó y emitió las recomendaciones, el seguimiento está en ello, la CNDH tiene que ordenar y establecer si los puntos recomendados están cumplidos o no”, sostuvo.
José Félix Cerezo insistió en que estaba en otros asuntos y por eso no había podido atenderlos, además destacó que su compromiso es con la sociedad poblana y con cumplir con el cargo para el que fue elegido por los diputados de la LX legislatura.