La percepción de inseguridad en la ciudad de Puebla incrementó en un 13.1 por ciento en el último trimestre del 2021, pues pasó de 68.8 de julio a septiembre a 81.9 por ciento de octubre a diciembre del último año, reveló la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU).
Es importante señalar que el cuarto trimestre abarca los últimos 14 días de Claudia Rivera como presidenta municipal y el arranque de mandato de Eduardo Rivera Pérez, actual edil capitalino.
Este porcentaje también ubica a la ciudad 16.1 puntos arriba de la media nacional que fue de 65.8 por ciento. Además, la coloca entre las 16 ciudades a nivel país que tuvo un cambio estadísticamente significativo respecto a septiembre del mismo año, así lo expone el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
De acuerdo con la estadística, el último trimestre del año fue el periodo en donde la población de 18 años y más residente en la ciudad manifestó sentirse más inseguro con el 81.9 por ciento, seguido del primer trimestre con el 80.4 y el segundo trimestre que fue de 79.2 por ciento.
El estudio también arroja que las mujeres siguen percibiendo más inseguridad que los hombres. Mientras que un 90.3 por ciento de las féminas encuestadas refirieron sentirse inseguras, el porcentaje de varones fue de 70.4 por ciento.
MÁS INSEGUROS EN TRANSPORTE PÚBLICO
Con los datos anteriores, el 90.6 por ciento de las y los poblanos de 18 años y más dijo sentirse con más miedo en el transporte público, en tanto que el 86.3 por ciento en cajeros automáticos localizados en la vía pública. Otro 75.8 por ciento en los bancos, 74.4 por ciento en los mercados y 70.7 por ciento en las calles que habitualmente usa.
¿QUÉ HÁBITOS CAMBIARON POR MIEDO?
Ante el temor de ser víctima de algún delito, los capitalinos optaron por modificar rutinas; 74 por ciento cambió hábitos respecto a salir con cosas de valor como joyas, dinero o tarjetas de crédito; 67.5 por ciento dejó de caminar de noche por los alrededores de su vivienda; 65 por ciento limitó las salidas a menores de su vivienda y 48.7 por ciento dejó de visitar parientes o amigos.