“Para nosotras no existe pandemia, frío o calor, tenemos que trabajar”, aseguró María Lourdes Hernández Castillo, presidenta de la Unificación de Sexoservidoras A.C, no obstante a pesar de trabajar a diario sus ingresos han bajado hasta un 90% debido a la emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus.
Y es que la crisis económica es la principal secuela del Covid-19, la cual no perdonó oficio ni profesión, pues las sexoservidoras también se vieron afectadas. De recibir de 2 mil a 3 mil pesos al día, ahora llegan a juntar 100 a 200 pesos, por lo que esto ha causado estragos en su forma de vida, pues todas deben buscar la manera de llevar dinero a casa.
En ese sentido, al ver que la clientela bajó, decidieron hacer un rol entre las 62 integrantes de la Unificación de Sexoservidoras para establecer días y horarios y así todas puedan conseguir ingresos y ninguna se quede sin trabajo.
“Hicimos una división entre compañeras para hacer un rol, somos 62 y nos repartimos el horario, el lugar y los días para salir a trabajar”.
Asimismo, Lourdes detalló que los rangos de edad en las que oscilan las sexoservidoras de la Unificación son de 20 a 72 años, a pesar de que hay personas de la tercera edad, quienes son vulnerables ante el virus SARS-CoV-2, ellas deciden salir, pues tienen familiares enfermos o son el único sustento de su casa.
“Hay quienes tienen a su mamá enferma, su marido no tiene una pierna o tienen un niño especial, por eso buscan la manera de sobresalir”, compartió María Lourdes.
Ella ha sido padre y madre al mismo tiempo, por lo que pagar una renta de mil 400 pesos ahora se le hace más complicado, pues “no hay dinero para pagarle a una sexoservidora, es como un lujo”; espera que la situación se mejore y pueda regresar a la normalidad.
Con dos hijos que van a la universidad tiene que pagar las colegiaturas de 4 mil pesos cada una, los gastos de luz, internet, gas y la renta, pues esta última no quisieron bajarle a la cuota a pesar de que habló con la persona que le renta.
“Dices pago la renta o pago la universidad, ser madre y padre a la misma vez es algo más complicado”.
Cabe señalar que ella y otras compañeras fundaron la Unificación de Sexoservidoras desde hace nueve años, pues esperan en algún momento ser tomadas en cuenta por el gobierno y tener los mismos derechos como cualquier otra persona, tal y como se logró con la comunidad LGTB.