Despojada de su aparente propiedad y en condiciones denigrantes es como Paula García Lozada –una persona de la tercera edad- y su hija Carmen, quien padece de sus facultades, viven en situación de calle desde hace más de quince días, instaladas sobre la 2 oriente y esquina con 20 norte.
Postrada en una silla y con sus pertenencias en la banqueta, doña Paula de 70 años pasa sus días a la intemperie cubriéndose del sol o de la lluvia con unas cobijas que poco la cubren del clima, pues afirma que en estos días le robaron una sombrilla con la que se resguardaba.
Según la versión de ella y su hija, fueron desalojadas de su casa por un grupo de presuntos delincuentes que se dedican a la venta de drogas en la zona, incluso Carmen cuenta el maltrato físico que sufrió en manos de este grupo delictivo, quienes le quemaron parte de su pierna izquierda.
“Aquí estamos esperando a mi sobrino que está en la cárcel, se llama Martín Rosas (…) nos corrieron de allá, solo se vinieron a meter y a mi hija hasta le pegaron en su pie”, confiesa doña Paula, quien asegura que en realidad es casa de su sobrino y ellas vivían ahí para cuidarla.
En redes sociales el caso ha causado polémica, ya que se manejó la versión de que su pariente las había corrido, sin embargo, algunos vecinos de la zona desmintieron dicha información e incluso comunicaron a este medio que, presuntamente, hace algunos meses ambas fueron desalojadas de su domicilio por el proceso judicial que atraviesa su sobrino y fue así como quedaron en el abandono con sus posesiones en la calle.
La realidad aún se desconoce, mientras, este par de mujeres logran tener ayuda de los que viven por la zona, sin embargo, no es suficiente ya que necesitan alimento, cobijo y un techo, debido a que, aparte de no contar con una papelería oficial, ni recursos económicos, tampoco tienen familiares o amigos cercanos que las auxilie.