Bajo la premisa de amar al pueblo encomendado, el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa pidió a los sacerdotes auxiliar a sus comunidades y promover una iglesia misionera que apoya a los fieles de la religión católica.
Durante la celebración eucarística en la que renovó las promesas sacerdotales de más de 400 párrocos y bendijo el óleo para los enfermos y el crisma para ungir a bautizados, confirmados, sacerdotes y obispos, Víctor Sánchez llamó a los padres a acoger a los más vulnerables.
“A nosotros no nos toca combatir con armas a los violentos, a nosotros nos toca ofrecer nuestro servicio sacerdotal humilde y abnegado con el anuncio siempre consolador del evangelio, haciendo presente la vida de la gracia y la conversión mediante la impartición de los sacramentos, consolando a los que sufren”, dijo.
El arzobispo resaltó que Puebla fue una de las ciudades en las que más capillas y templos se habilitaron para la jornada de oración que convocó el Papa Francisco, la mayoría fueron ocupadas por los fieles para atender el llamado.
En ese sentido, manifestó que los sacerdotes deben empeñarse en atender sus comunidades y tener una campaña permanente de oración en la que se promueva la reconciliación y la paz para combatir los principales problemas que enfrenta Puebla.
En su mensaje, también puso énfasis en que la iglesia católica es una institución viva y ello se reflejó en los rezos que hicieron miles de jóvenes y adultos, arrodillados mientras ardía en llamas la catedral de Notre Dame, cuando se cree que en Europa existe una “descristianización”.
“Al ver las escenas de tantos y tantos jóvenes que con su rosario en mano, arrodillados, frente a la catedral de Notre Dame, en la plaza de la Concordia, en el Arco del Triunfo, cantaban y oraban al señor y ahí está la fe de nuestra iglesia, no es tanto de descristianización, ahí están los testimonios de los jóvenes cantando y orando por la tristeza de ver a su catedral quemándose”, indicó.