Alumnos y padres de familia de la Universidad Cuauhtémoc pidieron al rector Jesús Orea Jiménez y el director académico Erasmo Castellano Pintos, terminar con la incertidumbre sobre su situación financiera e informar cual es el convenio para que el SAT no embargue la institución, así como que brinde garantías que concluyan su carrera hasta su titulación.
Lo anterior, después de que esta semana se realizó un segundo intento de embargo de parte del gobierno federal. El primero fue en abril y algunos alumnos salieron, anulando las carreras de: Comercio Internacional, Turismo, así como Ingeniería Hospitalaria.
En el ciclo escolar pasado, perdieron herramientas de trabajo y elementos básicos para su aprendizaje, ya que carecen de computadoras eficientes, escritorios, restiradores y hasta deshabilitaron el salón audiovisual.
“Tenemos que usar una computadora que comparte el CPU con otra más”, dijo una de las alumnas, que agregó que entre las carreras que siguen vigentes son Derecho, Arquitectura, Estomatología y Diseño Gráfico.
De manera anónima, por temor a las represalias, señalaron que las colegiaturas oscilan de 3 mil a 6 mil pesos, por lo que exigen conocer que sucederá, pues hay miedo que la inversión que han hecho a su educación, se pierda.
“A las colegiaturas se suma que nos cobran un seguro médico, que no existe. El curso pasado un compañero tuvo un accidente, pero no lo hicieron válido. Hasta tuvieron que llevarlo a otro hospital”, agregó un joven.
En el caso de los estudiantes de Estomatología que pagan más de 6 mil pesos de colegiatura, comentaron que sospechan de anomalías en la clínica de atención, donde les piden materiales, los limitan después a usarlos y hacen inversiones, en ocasiones, que superan los 30 mil pesos.
Los estudiantes como los tutores hicieron un llamado también a la Secretaría de Educación Pública (SEP) para que revisen su situación y los apoyen, en caso que, en algún momento por las deudas en el SAT, no tengan una forma de acreditar sus estudios.