padres de familia del preescolar Netzahualcóyotl piden a las autoridades subalternas de San Antonio Mihuacán, que es una junta auxiliar de Coronango, vigilar el predio donde actualmente sus hijos toman clases en las aulas móviles.
Aseguran que esta superficie esta desprotegida porque carece de bardas o malla que garantice una protección segura a los menores de edad, quienes desde hace más de un año llevan acudiendo a este lugar.
Las instalaciones oficiales sufrieron graves daños a causa del sismo del 19 de septiembre de 2017 y fue entonces cuando autoridades del gobierno del estado y del Ayuntamiento informaron sobre la demolición de todos los salones.
En ese entonces, el exhorto hecho fue que la comunidad estudiantil se trasladara a una escuela del municipio vecino de San Miguel Xoxtla, pero ante el escenario varios progenitores decidieron cambiar a sus hijos a otras instituciones.
No obstante, quienes determinaron que sus vástagos continuaran en la matrícula escolar, aceptaron que se usaran aulas móviles bajo la promesa de que el plantel volvería a hacer edificado.
“Hay riesgos que pueden enfrentar los niños, y más porque se habla de robachicos y pues no tenemos vigilancia, el presidente auxiliar que apenas llegó apenas está trabajando en eso y pues la expresidenta que se fue no puso nada de vigilancia y pues esperamos que terminen las aulas en construcción, pero ahí tenemos la promesa del alcalde de Coronango, de que las entregará en cuatro meses que se cumplen en marzo”, asentó un progenitor, quien evitó dar sus generales.
Señaló que diariamente viven la preocupación de dejar a sus hijos en este predio donde fueron instaladas seis aulas móviles, porque carece de barda.
“Hemos pedido vigilancia, porque rara vez llega una patrulla y eso que estamos cerca del zócalo y lo que queremos es una malla, porque la anterior gestión no nos hizo caso”, intervino una jefa de familia.