La temporada de lluvia es de las más esperadas por los beneficios conferidos a la agricultura y otras actividades, pero para varios habitantes de las colonias Humberto Vidal y La Cantera, localizadas en Santa Clara Ocoyucan, esta época les reafirma el abandono del ayuntamiento y su falta de interés para atender el problema de inundaciones que enfrentan desde los últimos cinco años.
Ambos asentamientos contiguos nacieron hace tres lustros y comparten el mismo acceso, que es el Camino Real a Santa Clara, el cual enlaza la cabecera municipal con zonas de la Ciudad de Puebla.
Vecinos de Humberto Vidal, desde el año 2017, sufren las consecuencias de los desbordamientos de un brazo del río Atoyac, el cual cruza esta demarcación en vías de obtener la municipalización, lo que provoca que el agua ingrese a sus hogares hasta en un metro de altura.
Mientras que, en La Cantera, “el dolor de cabeza” de algunas familias es la desaparición de un canal pluvial que fue tapado por constructores de los nuevos clústeres de Lomas de Angelópolis para crear vialidades internas, así como una red de desagüe instalada por los desarrolladores del fraccionamiento, pero que desemboca en dirección a sus viviendas.
En estas localidades del municipio de Ocoyucan, pobladores coinciden en que las inundaciones no son la única queja existente, ya que hay muchas otras que tienen que ver con la prestación de los servicios públicos.
Son deficientes las prestaciones de electrificación, agua potable, drenaje, alumbrado, seguridad y salud, aseguran. También lamentan que hay obras prometidas por el presidente municipal reelecto, emanado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Rosendo Morales Sánchez, que siguen sin cumplirse.
Una de ellas es el reforzamiento del puente vial del Camino Real a Santa Clara, porque en tiempos de lluvia reporta encharcamientos que frenan la circulación por varias horas.
Otra es el desazolve del brazo del río Atoyac y la conclusión de los trabajos de revestimiento de cemento al interior de este canal.
COLONOS, EN EL OLVIDO
Recorrer las calles de la Colonia Humberto Vidal, la cual colinda más con la ciudad de Puebla que con la cabecera local de Ocoyucan, refleja el grado de marginación en la que viven sus moradores.
El Camino Real a Santa Clara es la única vialidad con asfalto y justo en un negocio encontrado sobre este paso la señora Mari (que no quiso proporcionar sus apellidos) cuenta cómo es vivir en tiempos de lluvia.
“Una vez hasta mi ropa interior salió en la televisión porque fue tanta el agua que se metió a mi casa, casi metro y medio, que las televisoras llegaron y captaron cómo sacábamos nuestras cosas”, recuerda.
El brazo del Atoyac, continúa, se desborda por dos razones: la falta de desazolve y porque en la ciudad de Puebla abren una compuerta de la presa de Valsequillo para desfogarla y es esa agua la que llega hasta aquí.
“Nos llegan llantas, muebles, animales muertos y ya llevábamos cinco años viviendo esto y todavía el puente vial que cruza el arroyo fue edificado con mala planeación y también se inunda y entonces uno ya no puede pasar (…) esto lo vivimos cada año”, puntualiza.
Ante la problemática, determinó elevar el nivel de su banqueta para proteger su patrimonio, ya que las autoridades de Ocoyucan no brindan ni un apoyo.
En otro punto, Narciso Carvarín, propietario de un almacén de materiales de construcción, muestra la hilera de costales que puso a la orilla de su terreno para protegerse del Atoyac.
“No sólo pongo costales, sino también madera, pero el agua la tira y pues ojalá las autoridades terminen la obra que empezaron hace tres años porque iban a cubrir de cemento el canal, pero hicieron unos metros y luego pararon y cuando son los aguaceros el agua nos llega”, precisa.
Además, externa que el arroyo es un peligro porque está repleto de lodo y puede provocar accidentes.
SIN AGUA
Josafat Flores, otro vecino de la colonia Humberto Vidal, afirma que el crecimiento habitacional en este municipio y la llegada de Lomas de Angelópolis desencadenaron varios problemas.
Uno de ellos, la ampliación de la barranca por donde pasa el brazo del Atoyac, que modificó su cauce natural.
“Antes, el arroyo que pasaba era pequeño y eran más tierras de cultivo que agua, pero luego lo agrandaron, dicen que fue un trabajo acordado entre Aguas Nacionales (Comisión Nacional del Agua) y Lomas de Angelópolis. No sabemos por qué fue esta obra, pero a mí me afectaron porque me quitaron 3 mil metros (cuadrados) de mi terreno y no me dieron ni un centavo, pero luego vinieron las inundaciones”, recuerda.
El declarante expresa que esta colonia, como varias del sur de la ciudad de Puebla que colindan con Santa Clara Ocoyucan (a las que solo las divide la prolongación de la 11 Sur), están formadas por simpatizantes de la agrupación Antorcha Campesina, pero independientemente del origen, hacen falta mejoras en servicios públicos y que la autoridad construya un puente vial mejor, porque cuando no se desborda el río, este paso vehicular se encharca con las lluvias y varios carros terminan “nadando”.
UN CANAL PLUVIAL SERÁ CALLE DE LOMAS DE ANGELÓPOLIS
No lejos de la colonia Humberto Vidal está otro asentamiento habitacional de Ocoyucan que se llama La Cantera. Está integrado por más de cincuenta familias que han edificado sus patrimonios en este lugar, donde no hay ni una calle pavimentada y donde los moradores piden agua potable, drenaje y ampliación de las redes de electrificación.
Petra Jiménez, encargada de la Casa de Salud, ventila que desde el 2006, junto con su familia, vive con precariedades, pero el año pasado otro problema se presentó. Se trató de una inundación en este inmueble, provocado por la desaparición de un canal pluvial, cuya área ahora será una vialidad privada de Lomas de Angelópolis.
“En varias casas entró el agua y lodo, no había pasado, pero pasó porque la barranca natural fue tapada y todavía los desagües de los clústeres de Lomas desembocan a la colonia y nadie nos hace caso, el ayuntamiento menos”, manifiesta.
Engracia Parra Calderón aprovecha la visita de El Sol de Puebla para pedir al edil Rosendo Morales la ampliación de la red de electricidad.
“Nos urge la luz, ya metimos un escrito al ayuntamiento, pero ni nos da respuesta. Ya hicimos cita para ver al presidente, pero tampoco hay respuesta y ya llevamos seis años pidiendo lo mismo, pero ni siquiera nos apoyan con el desazolve de las letrinas”, sostiene.
La secunda en el comentario Paulina Hernández Ramírez, propietaria de una vivienda de la calle Dolomita, quien critica la falta de apoyo del ayuntamiento de Ocoyucan, porque la última obra efectuada por este nivel de gobierno fue en el 2012, cuando el exalcalde José Cuautle hizo posible que la luz llegará a varios hogares, pero en ese entonces ella no había edificado.
“Por qué Lomas de Angelópolis tiene todos los servicios y nosotros no, y de esa zona sólo nos divide una barda, estamos a unos cuantos pasitos y no tenemos nada”, finalizan las entrevistadas.
Este medio buscó al presidente municipal para obtener una postura, pero hasta el cierre del trabajo periodístico no obtuvo respuesta positiva.
