Los habitantes en Puebla son quienes más créditos bancarios solicitan ante Banco Azteca a nivel país, pues acaparan más de la mitad de los clientes totales de la empresa, indicó Tonatiuh Rodríguez, director general de Banco Azteca.
Luego de presentar el seminario “Perspectivas económicas, banca popular y futuro digital” en la capital poblana, el empresario señaló que del total de solicitantes de créditos a nivel nacional, la entidad poblana acapara el 60 por ciento.
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Aunque evitó dar más datos, explicó que los clientes que llegan a alguna sucursal bancaria lo primero que hacen es abrir una cuenta de ahorro para enseguida hacer una solicitud de crédito ya que, dijo, buscan cubrir alguna necesidad.
De igual manera, Tonatiuh Rodríguez reconoció que territorio estatal es una entidad prioritaria para la empresa debido a que cuenta con una serie de características atractivas para su inversión. Entre ella, la base de capital humano que tiene personas técnicas preparadas, que geográficamente tiene una buena posición respecto a las principales salidas a las fronteras, así como al centro del país.
Por ello, adelantó que prevé abrir más sucursales en la entidad, pero no dio más información.
“En una etapa de expansión y de continuación de México en el comercio internacional, Puebla tiene buenas perspectivas y no hay manera de que Banco Azteca no esté presente”, precisó.
Sobre esto, señaló que además del financiamiento a la ciudadanía, la empresa que representa también cuenta con una banca institucional y de gobierno, que presta servicios financieros a estos entes.
¿Quiénes piden más créditos?
Sobre el tema de la prestación de créditos, Rafael Alvarado, antropólogo social y ponente, detalló que a nivel nacional las personas que pertenecen a la clase media son quienes más recurren a los créditos con diferentes sentidos.
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De acuerdo con lo mencionado, la gente pide dinero para financiar algún artículo para el empleo, como motocicletas; adquisición para mejora personal, entre ellas tabletas o celulares; e ingresar al mundo del entretenimiento, como el financiamiento de boletos para festivales.
Inclusive, expuso que en los últimos años el crédito pasó de ser solicitado para resolver una urgencia y se convirtió en un financiamiento secundario, es decir, un recurso extra para cubrir algunos gastos.
