Con lágrimas en los ojos y con la esperanza de entrar a dejarles flores a sus madres, abuelas, hermanas y amigas, poblanos se toparon con los camposantos cerrados, quienes con la ilusión de que pudieran festejarles este año debido al semáforo epidemiológico color amarillo, viajaron hasta donde descansan sus seres queridos.
Sin embargo, no tuvieron suerte, pues los panteones se encontraron cerrados pese a que el gobierno del estado a través de la Secretaría de Gobernación Estatal dio luz verde para que estos fueran abiertos conforme lo considerarán las autoridades municipales.
Ante esto y con la noticia de que en la Ciudad de México estaría permitido abrir, los poblanos llegaron a algunos panteones como el de La Piedad, San Baltazar Campeche, Romero Vargas y La Libertad, pero sus esfuerzos por entrar a cantarle las mañanitas a sus familiares o amigos, fueron en vano.
Tal es el caso de Jazmín Pérez quien con las lágrimas y sentimientos a flor de piel aseguró en entrevista con El Sol de Puebla que por año y medio no ha podido entrar a dejarle flores a su mamá, por lo que las mañanitas, pláticas, la convivencia y los adornos nuevamente fueron dejados de lado debido a las restricciones que hay.
Ante esta situación pide que se implementen nuevas medidas para que quienes tengan que ir al panteón de La Piedad puedan entrar y no llegar en vano, puesto que es un lugar santo en donde descansan los restos de sus familiares.
De igual manera Enrique Ávila indicó que tuvo que viajar cerca de media hora para acudir al panteón de La Piedad para poder limpiar, rezar y dejar flores a su mamá, pero ante la negativa de las autoridades encontró cerrado el camposanto.
Aunado a ello, Belén Gómez aseveró que hace dos meses falleció una de sus amigas, por ello, buscó ingresar al panteón de San Baltazar Campeche, sin embargo, al llegar al lugar observó la lona que puso el Ayuntamiento de Puebla en el que señala que no hay acceso, por lo que con flores en mano regresó a casa.
La historia es similar para Socorro Núñez, puesto que mencionó que escuchó en las noticias que los panteones se abrirían, no obstante, la realidad fue otra, por lo que lamentó que no pudiera ponerle las flores a la tumba de su abuelita y regresar a casa para colocarlas en el altar.
No solo ellos llegaron con ganas de festejar, pues ante la incertidumbre y confusión varias familias poblanas se acercaron a los camposantos, pues señalaron que es momento de que se de acceso de mínimo 15 minutos, pero que puedan cantarle y rezarles a sus difuntas.