El concepto “sonidero” no refleja la antítesis que el gobierno ha querido reflejar: drogadicción, alcoholismo, vandalismo y delincuencia. Por el contrario, es un ambiente de relajación y baile para los pobres.
La definición es dada por los fundadores de la agrupación “Chipymania”, dos hermanos gemelos (nacidos en 1980) que defienden este género que también es su principal fuente de ingresos económicos.
“Desgraciadamente el Ayuntamiento de Puebla nos prohíbe o cancela eventos. A nosotros nos gustan el ambiente. Lo hacemos de una forma divertida y sana. Y también para la gente le gusta bailar, por eso pedimos permiso para seguir conviviendo”, comentó uno de los músicos a El Sol de Puebla.
Los miembros de esta agrupación musical –que son originarios de San Pedro Zacachimalpa, la junta auxiliar capitalina–, participaron en una marcha ciudadana que también exigió seguridad y oportunidades de trabajo a payasos, para pedir al gobierno municipal de Claudia Rivera un plan que integre a todos los grupos.
Los fundadores “Chipymania”, que prefirieron no revelar su nombre, señalaron que cuando eran niños de cariños los nombraron “Chip y Dale”, por las conocidas dos ardillas de las caricaturas de The Walt Disney.
Juntos, en 2000, motivamos de los sonidos que emiten en grupos sonideros crearon su compañía que da trabajo a más de 30 personas, y que, por las restricciones que ha hecho la Comuna, se han perdido ingresos para los organizadores, proveedores y hasta para quienes en el evento venden comida o bebida.
MOVIDA PROTESTA
Por primera en la historia, un grupo de sonideros ocupó vez el zócalo de la ciudad de Puebla para amenizar su baile en protesta a que se han prohibido las presentaciones en la vía pública.
A gritos de “queremos bailar”, “una cumbia” y que “viva el movimiento sonidero”, los poblanos caminaron del Paseo Bravo hasta llegar a la Presidencia para pedir a la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco que se permita el uso de las calles para sus eventos.
Inicialmente, se había anunciado que habría una participación de más mil personas, no obstante, llegaron unas 200 personas con la vestimenta tradicional de sus grupos musicales.
El ayuntamiento de Puebla puso sobre la avenida Reforma y la 3 Norte una grúa y una unidad oficial para bloquear al movimiento. No obstante, eso no los limitó ya que los músicos empujaron la unidad para entrar con su camioneta en la que iba el sonido.
Llegando al zócalo condenaron que se intentara reprimir su movimiento y amenizaron con un baile a todos los visitantes del primer cuadro de la ciudad.