Puebla ocupa el cuarto lugar a nivel nacional con más casos de desnutrición y el décimo cuarto con mayor número de personas con obesidad. La deficiencia de nutrientes puede provocar este tipo de padecimientos y es más común durante la niñez, así como en personas de la tercera edad. Además, hay quienes pueden presentar ambos cuadros al mismo tiempo.
Cabe destacar que el 16 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Alimentación. Desde 1945 un total de 42 países tomaron la iniciativa de crear la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) con la intención de combatir el hambre y la malnutrición.
Tan solo entre enero y mayo de este año fallecieron 148 personas por algún tipo de anemia nutricional o diabetes mellitus asociada con desnutrición, según datos de transparencia del gobierno estatal; el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) refirió que tan solo en 2016 murieron 518 personas por desnutrición y otras deficiencias nutricionales.
La Dirección General de Epidemiología (DGE) señaló que hasta la semana epidemiológica 38 de este año se reportaron 4 mil 210 poblanos con desnutrición en alguna de sus tres etapas. Y fue el cuarto estado con más casos tan solo detrás del Estado de México, con 10 mil 129; la Ciudad de México, con 4 mil 801; y Veracruz, con 4 mil 749.
En tanto, por obesidad el estado de Puebla ocupa el décimo cuatro lugar a nivel nacional con más casos y una suma total, hasta la semana epidemiológica 38 de este año, de 14 mil 873 reportes.
Concepción Contreras Lascurain, jefa del Departamento de Nutrición del Hospital de Alta Especialidad “San José” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), señaló que la desnutrición se clasifica según sea severa, moderada o leve, la cual impacta principalmente a niños en edad escolar.
De igual modo, la especialista refirió que la desnutrición y la obesidad se pueden desarrollar por los malos hábitos alimenticios que se forman desde temprana edad porque las personas no aprenden a comer sano.
EFECTOS
Señaló que un niño desnutrido se vuelve susceptible a infecciones oportunistas tanto de tipo respiratorio como intestinal, por mencionar los principales ejemplos. Pero también expresó que estos padecimientos pueden provocar debilidad, poca capacidad de aprendizaje, somnolencia, poca energía y hambre constante.
“Pueden tener infecciones del tubo digestivo, infecciones respiratorias; nuestros niños están expuestos a infecciones de la piel, cualquier resistencia a una enfermedad real es más prolongada porque no tienen defensas, están más vulnerables”, advirtió.
Por lo anterior, recomendó a los niños tener hábitos saludables desde temprana edad, pero también una dieta balanceada con la inclusión de alimentos naturales.
De la misma forma, comentó que los padres pueden identificar que una persona tiene problemas de nutrición cuando a simple vista se nota que tiene bajo peso y talla; sin embargo, también pueden tener obesidad pero estar desnutridos.
“La desnutrición puede ser ocasionada por diferentes causas y puede haber una deficiencia de diferentes nutrientes, incluso puede estar obeso, pero hay alguna carencia y puede tener desnutrición. Normalmente a veces los vemos llenitos, pero pesados y cansados, por eso es tan importante desde el primer nivel de atención el monitoreo”, concluyó.