Pese a que el Bulevar Xonaca ha sido rehabilitado por parte del Ayuntamiento de Puebla con una inversión de más de 100 millones de pesos, las rampas para discapacitados no fueron pensadas de la manera correcta, pues quienes transitan por éstas se enfrentan a un reto para poder transitar libremente.
Durante un recorrido realizado por El Sol de Puebla, se pudo observar como las rampas exclusivas para las personas discapacitadas no se encuentran en una buena ubicación, cuentan con diversos obstáculos o no fueron pensadas en específico para cumplir con su función.
Aun cuando la vialidad se pretende concluir en este mes de abril, las personas en silla de ruedas, inclusive débiles visuales tienen que poner un gran esfuerzo para poder cruzar, ya que algunas de las rampas no están a ras de suelo.
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Otras más no cuentan con el espacio suficiente para que una silla de ruedas pueda pasar, quienes cruzan deben ocupar el carril de bicicletas o la vialidad, pese a los coches que circulan por el lugar, además cuentan con muchos obstáculos como postes de luz o anuncios, lo que vuelve difícil la situación.
Tal es el caso de Cecilio Rodríguez, quien indicó que le cuesta para poder cruzar la vialidad, pues pese a que existen rampas para que pueda transitar, no están construidas de manera correcta, ya que hay algunas de ellas que en lugar de estar a ras de piso, están puestas como si fueran banquetas.
“Me cuesta de repente pasar la calle, los carros siento que a veces no esperan mucho y esto se suma a que me de miedo cruzar, corremos un poco de peligro en ese sentido, aunque tengo mi bastón no siempre me ayuda al cien por ciento”, dijo.
Esta rampa se encuentra frente al mercado La Victoria en el Bulevar Xonaca, la cual, de acuerdo con los vecinos y locatarios del lugar, sí dificulta el paso a quienes son discapacitados.
Así también Hugo Aguilar, refirió en entrevista que las rampas no siempre se utilizan, ya que, aunque de un lado pueden pasar, la rampa que conecta no siempre funciona, pues depende de lo que obstruya o dificulte la movilidad.
Sostuvo que su tío que tiene muletas, también se las ve negras, pues tiene que caminar “a la viva México” y aunque sí mejoró la zona, pues antes se encontraba deteriorada, aún le cuesta caminar por ahí.
“Mi tío tiene muletas y él se tiene que aventar a la viva México, pero sí aún faltan cosas por hacer, aún no está acabada la obra, ojalá se pueda arreglar”.
En tanto, Jane Pérez puntualizó que las rampas si se ocupan, pues quienes transitan lo hacen con cuidado, pero se pudiera mejorar en éstas, para que al final la obra de rehabilitación sea funcional no solo para automovilistas, sino también peatones y discapacitados.