La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) colocó a Puebla en séptimo lugar nacional con la mayor cantidad de feminicidios ocurridos en su territorio durante 2018, con 30, aunque la cifra es inferior a los 74 casos contabilizados por organizaciones.
De acuerdo con la información del organismo, presentada como parte del informe de labores, de enero a noviembre del año pasado, el Estado de México registró la mayor cantidad de mujeres asesinadas con 94, siguieron Veracruz con 85, Nuevo León con 74, Chihuahua con 48, Ciudad de México con 38, Sinaloa con 38 y Puebla en la posición siete.
No obstante, el Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproductivos AC (Odesyr) registró 74 casos de feminicidio el año pasado y los municipios donde hubo la mayor cantidad de casos fueron Puebla con 11, Tehuacán con seis, Tecamachalco con cinco, Atlixco con cuatro, Izúcar de Matamoros y Tepeaca con tres cada uno, así como Teziutlán, Xicotepec y Huejotzingo con dos por cada demarcación.
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“De enero a noviembre de 2018, las entidades federativas con mayor cantidad de feminicidios fueron el Estado de México, Veracruz, Nuevo León, Chihuahua, Ciudad de México, Sinaloa y Puebla. Sin embargo, no debemos perder de vista la proporción de estos feminicidios con respecto de su propia población femenina”, expone el documento de la CNDH.
Detalla que, con respecto a la población femenina, la tasa de incidencia de este tipo de delitos es más elevada en Colima con 3.11 por cada 100 mil mujeres, están además Nuevo León con 2.47, Sinaloa con 2.45, Zacatecas con 2.41, Morelos con 2.14 y Tabasco con 2.08.
“Es importante tomar en cuenta que la tipificación del delito de feminicidio varía dependiendo de la entidad federativa, por lo que las cifras reales de homicidios dolosos contra las mujeres por razones de género son superiores a las registradas”, expone la CNDH al respecto.
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El informe de actividades, que abarca de enero a diciembre del año pasado, dice que el aumento de los feminicidios refleja otro de los fracasos de las estrategias públicas para proveer seguridad a las mujeres y señala que el desafío del Estado mexicano para realizar un registro confiable de este delito sigue siendo una tarea pendiente.
El registro preciso en la cantidad de casos, expone, guarda una relación de diversos elementos, entre los que se encuentran la misma tipificación del delito.
