El gobernador del estado de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta, aseguró que no va a intervenir en la vida interna del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), esto luego de que varios morenistas se disputan la dirigencia estatal, entre ellos Mario Bracamonte y Edgar Garmendia.
“Yo no voy a opinar, los partidos políticos tienen procedimientos y tienen que desahogarse en los términos de sus reglamentos, eso es lo que yo opino de la vida de los partidos, deberían de ser más cautos en todos los partidos, deberían de tener condiciones políticas para resolver las cosas”, opinó.
Aseguró que tiene muy buenas opiniones de Mario Bracamonte, pero que eso era lo único que podía mencionar, pues, en su perspectiva, el gobernador no debe de involucrarse en la política o en la vida interna de los partidos. Y ante la pelea interna por la dirigencia estatal comentó que esperaba que lo resolvieran bien y pronto.
El Sol de Puebla dio a conocer que los grupos afines al gobernador, Luis Miguel Barbosa Huerta, y a la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, iniciaron una disputa por el control de la dirigencia estatal de Morena de cara a la elección del próxima 6 de junio.
Desde el domingo pasado, los morenistas cercanos al gobernador realizaron una sesión de consejo estatal para nombrar a Mario Bracamonte González como delegado con funciones de dirigente. Sin embargo, el Comité Ejecutivo Estatal de Morena desconoció los acuerdos tomados por integrantes del Consejo Estatal, con el argumento de que la única instancia facultada para realizar ese nombramiento es el Comité Ejecutivo Nacional (CEN).
Mientras que el grupo de consejeros de Morena que designó a Mario Bracamonte González, defendieron su nombramiento y argumentaron que todo se hizo conforme lo marcan los estatutos de esa fuerza política.