Con una afluencia moderada y continua concluyó el canje gratuito de la tarjeta de circulación en las instalaciones del Centro Integral de Servicios ubicado en la vía Atlixcáyotl, donde se programó atender hasta al último automovilista hasta que el sistema lo permitiera.
Hasta el último corte del 2 de julio, la Secretaría de Finanzas y Administración (SFA) habían realizado 496 mil 032 canjes de 759 mil 410 usuarios que pagaron el control vehicular, lo que significaba que hasta ese periodo el 35 por ciento de los contribuyentes aún no había hecho el trámite.
La dependencia precisó que no habrá prórroga ya que el plazo se había extendido por 16 días, por lo que las personas que no pagaron su control vehicular tendrán que pagarlo aunado a la tenencia y 430 pesos más de la tarjeta de circulación.
Sin embargo, agregó que la gente que no cambió su tarjeta de circulación pero que pagó su control vehicular 2018 hasta el 31 de marzo, la podrán cambiar en días posteriores y que el único problema que pueden tener es que serían acreedores a una infracción de Tránsito por portar un documento vencido.
En tanto, en el CIS de la vía Atlixcáyotl, desde muy temprana hora, conductores llevaban una identificación oficial, comprobante de domicilio vigente y el comprobante del pago respectivo del control vehicular, además de que los que tenían una cita programada fueron atendidos con agilidad, mientras que para el resto de los usuarios que carecían de ella solo se entregaron un número determinado de fichas para que fueran atendidos.
Por su parte, la subsecretaria de Ingresos de la SFA, María Isabel Cota Fernández, dijo que este no es un programa recaudatorio sino que esto permite actualizar la base de datos del padrón vehicular.
Agregó que se iba a trabajar hasta que el sistema se los permitiera ya que “hay un corte sistemático que ya no nos va a permitir dar el servicio”, pero aclaró que, tomando en cuenta lo anterior, trabajarían hasta atender al último contribuyente.
Cabe señalar que hubo momentos en que hubo más gente, sin embargo, la mayoría querían hacer un cambio de propietario y a la vez aprovechar este beneficio, el cual también se aplicaba para el cambio de características del vehículo —cambio de motor, uso, combustible, etcétera— o para el cambio de placas por robo, extravío o dígito.