Gabriela es trabajadora doméstica y desde hace dos semanas, le “dieron las gracias” en la casa en donde laboraba, sus jefes argumentaron que ella podía contagiarlos de coronavirus y le mencionaron que cuando pasara la contingencia sanitaria “considerarían” otra vez contratarla.
Para esta mujer, las trabajadoras del hogar son un sector olvidado, pues las autoridades hablan de apoyar a los empresarios, a los estudiantes y a los adultos mayores, pero nunca mencionan a las mujeres que limpian las casas de otras personas.
Gaby lleva 14 días seguidos viajando de Amozoc (de donde es originaria) a la ciudad de Puebla para pedir trabajo en todos los comercios que ve abiertos en el Centro Histórico, se le ve caminando con varias solicitudes de empleo y una pluma en el zócalo de la ciudad. Se le nota la preocupación en su cara, pues en todos los negocios le han mencionado que es un mal momento para que pida empleo y le comentan que no hay presupuesto para contratarla.
“Ando buscando de lo que sea, porque, aunque soy soltera está siendo muy difícil encontrar trabajo. Me dicen que por el momento no hay empleo, en unos me dicen que deje mi solicitud y pues la dejo con la esperanza de que me llamen, porque si no encuentro algo pues no sé que voy a hacer”, dijo.
En su casa viven sólo dos personas, Gabriela y su madre, ambas se dedicaban a limpiar casas, pero todas las familias a las que les ayudan con sus labores del hogar, les dijeron que se tomaran un tiempo, ya que el coronavirus no era una cosa que “se tomara a la ligera”.
El último día que Gaby fue a trabajar, no sabían que le iban a decir que se tomara un tiempo libre, pero se le hizo raro que sus jefes le pidieran hacer “una limpieza a conciencia”, ese día salió más tarde de lo habitual, ya que la pusieron a limpiar closets, ventanas, baños, quitar telarañas y cuando terminó, fue cuando le dieron la noticia de que ya no iban a requerir de sus servicios. “Nos dijeron que nos fuéramos a nuestras casas a resguardar, que descansáramos mientras duraba esto, pero ellos lo dicen porque en sus empresas les seguirán pagando y a nosotros no nos dieron nada. Tengo conocidas que sus jefes por lo menos les dieron su pago adelantado para que pudieran ahorrar, aunque sea poquito, pero en mi caso fue de un día para otro”, compartió.