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Familias decepcionadas por no poder nadar y albercas desoladas, fue el panorama que se vivió en este atípico Sábado de Gloria, donde por segundo año consecutivo los salvavidas y trajes de baño tuvieron que guardarse ante el decreto estatal que marca que los balnearios y los centros recreativos deben de permanecer cerrados todavía para evitar la propagación de la Covid-19.
A través de un recorrido por balnearios en la zona conurbada de Puebla (Cholula, Atlixco y Puebla capital), este medio pudo comprobar cómo los propietarios de algunos centros recreativos acataron la medida a fin de favorecer la reducción de contagios por coronavirus y, sobre todo, para no verse afectados por una sanción administrativa.
Muchos poblanos que buscaban cumplir con la tradición de refrescarse en este día y que guardaban la esperanza de que alguno de estos sitios operara bajo la clandestinidad, quedaron desilusionados al encontrarse con las instalaciones cerradas, por lo que tuvieron que retornar ante los anuncios pegados en los establecimientos donde señalan que las actividades quedaron suspendidas hasta nuevo aviso.
“Venimos uno tras otro para ver que balneario o alberquita estaba abierta, pero viajamos desde lejos para que esté cerrado esto. El gobierno mismo está haciendo que gastemos agua en nuestra propia casa, nos dicen que no gastemos una cubeta, que esa misma cubeta la podría necesitar otra persona y mira cómo nos está cerrando los balnearios”, declaró Jesús Tamayo, uno de los visitantes -provenientes del municipio de Huejotzingo- que esperaba a las afueras de Agua Azul.
Otros más, aguardaban con maletas, pelotas y toallas en mano, incluso, hubo algunos que hicieron su picnic en su auto, con la esperanza de que en algún momento las puertas del sitio se abrieran para su operación, sin embargo, no fue así y tuvieron que regresar a sus destinos sin éxito alguno. La gran cantidad de centros acuáticos del municipio vecino de Atlixco también respetaron el decreto gubernamental, mientras que en Cholula, las autoridades de Protección Civil realizaron verificaciones como parte del operativo de Semana Santa 2021, con el objetivo de cuidar se mantengan cerrados.
“Por una parte está bien para evitar las aglomeraciones de gente, y pues que le hacemos, son indicaciones de la gente y pues hay que acatar las órdenes para que esto pueda seguir fluyendo más rápido. Venimos buscando balnearios, este es como por el cuarto o quinto que recorrimos y ninguno está abierto, además ya es tarde, entonces ya mejor de regreso a casa”, comentó Leobardo Rojas a las afueras de un balneario en Atlixco, un tanto desilusionado debido a que asegura que este es el primer Sábado de Gloria que había decidido salir con su familia a nadar.
El desgaste por el sol en el mobiliario de algunos sitios, más que por el uso diario, es muy evidente, lo que hace lucir un escenario triste y desolador en estos centros vacacionales que, a diferencia de otros años sin pandemia, en este día lucirían abarrotados.
PROPIETARIOS PIDEN PRONTA APERTURA A LAS AUTORIDADES
Pérdidas económicas, despido de trabajadores y mantenimiento de instalaciones, es parte del calvario que desde hace un año han tenido que vivir los propietarios de centros acuáticos y parques recreativos en Puebla, desde la llegada de la pandemia al estado, pues este 2021 se tuvieron que enfrentar por segundo año consecutivo al cierre de sus instalaciones.
“De hecho, ya tenemos dos temporadas en donde no hemos podido abrir, ya que como usted comprenderá desde el año pasado que fue el inicio de la pandemia, ya no nos permitieron abrir, entonces pues todo el año estuvo cerrado sin poder tener acceso el público al parque y pues es la segunda temporada que estamos igual”, refirió Laura Raya, gerente administrativo del Parque Recreativo Ayoa.
En este sentido, varios de ellos coincidieron en que, a pesar de la restricción que provoca la falta de ingresos económicos, también tienen que buscar la forma de mantener los suelos de algunos trabajadores con los que forzosamente tienen que contar para el mantenimiento de las instalaciones de sus centros vacacionales, como lo es el regado de jardines y el cuidado de las albercas, lo que a veces les ha llegado a generar retraso en las nóminas.
Por tal motivo, hacen un llamado a las autoridades a tomar en cuenta a este sector para reactivar su economía, ya que todos llevan más de un año sin poder laborar.
“Yo pediría al señor gobernador y a las autoridades respectivas que nos permitan abrir porque de eso vivimos y es bastante difícil. Si no nos dan un aforo libre, por lo menos que nos permitieran cierta cantidad que pudieran entrar, porque vivimos del negocio y de los clientes”, compartió entre lágrimas Francisco Sánchez Suárez, propietario de Villa Krystal Green.
Pero no solo este tipo de lugares se vieron afectados, también los negocios de los alrededores dedicados a la venta de salvavidas, inflables y artículos de natación, quienes testifican que, ante el cierre de los balnearios, desde el año pasado, se quedaron con la mercancía y no han podido recuperarse económicamente, pues sus ventas han caído hasta en un 90 por ciento.
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“Nos ha afectado mucho porque si nosotros vendíamos un 80 o 90 por ciento, ahorita vedemos un 10 por ciento. Ahorita si se da cuenta no hay mucha actividad (…) Quisiéramos hacerle un llamado al gobierno del estado para pedir la reactivación de la economía, porque de alguna manera si no nos mata el Covid, nos va a matar el hambre”, afirmó Alfonso Vázquez Pérez, dueño de Wenkay Artículos de Natación, luego de añadir que hasta el momento no se la ha condonado ni pago de renta ni impuestos.
Finalmente, uno de los propietarios del balneario El Cristo, dijo que, a pesar de que han tenido pérdidas económicas muy grandes desde que la llegada de la contingencia sanitaria, son conscientes de las disposiciones gubernamentales y seguirán acatándolas, esto tras perder a dos familiares a causa del Covid-19.
“Honestamente, yo si comprendo las razones de porque se cerraron. Esta zona se tapizaba el día de gente hoy y cómo podríamos controlar un grupo de gente así de grande, era imposible y comprendo las normas sanitarias que se impusieron para no dejar que esto ocurriera (…) otra razón por la que no vamos a abrir esta semana santa es que sufrimos pérdidas, hace unos meses perdimos a un par de familiares muy queridos y no queremos ser partícipes de que alguien entre a exponerse y a hacer lo mismo”, concretó.
