El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, declaró que la Policía Estatal no tiene permitido vigilar los ductos de gas LP que corren por el territorio estatal, pues dijo que su cuidado corre a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). El problema es que tanto el Ejército Mexicano como la Guardia Nacional han detenido muy pocos huachicoleros, expuso el mandatario.
A decir del titular del Ejecutivo local, las autoridades federales hacen muy poco por aprehender a los responsables de la ordeña de gas licuado de petróleo en Puebla. Ante esa realidad, señaló que su administración tuvo que emprender una estrategia unilateral para detener pipas de gas robadas y desmantelar a grupos dedicados a la comisión de este ilícito.
“Quien vigila ductos son Pemex, Sedena y Guardia Nacional. Nosotros tenemos una estrategia permanente de detener pipas de gas y de desmantelar bandas, y vamos todo el tiempo pero no tenemos información sobre la vigilancia de tomas clandestinas; hemos evitado muchas tomas clandestinas y desmantelamiento de bandas, [pero] el asunto es que Ejército y Guardia Nacional pues casi no hacen ninguna detención”, reconoció.
Subrayó que Puebla ocupa una posición importante en la conducción de gas LP por el territorio nacional, pues existe una franja de ductos que atraviesan la entidad y dicha situación es aprovechada por delincuentes para robar combustibles.
De hecho, acusó que los gobiernos que lo antecedieron, supuestamente, permitieron que huachicoleros extrajeran hidrocarburos en la Sierra Norte. A propósito, mencionó que fueron desarticulados grupos dedicados a esta actividad en esa zona del estado, no obstante, no ofreció mayores detalles al respecto.
“Nosotros intervenimos en la vigilancia de los ductos cuando disminuimos enormemente los temas de robo de gasolina en la Sierra Norte, porque, originalmente, en la época de los gobiernos panistas había ductos de gasolina que corrían paralelos casi a los ductos de gas, pero esos los secaron, ya no pasan; eso fue el gran negocio entre los delincuentes y muchos hombres del poder”, opinó.
Explicó que, actualmente, el involucramiento del gobierno estatal, además de las acciones previamente mencionadas, se focaliza en el acordonamiento de zonas aledañas a tomas clandestinas, esto con el objetivo de proteger a la población mientras personal de Petróleos Mexicanos (Pemex) resuelve la emergencia, sin embargo, no hay participación en temas de detención de huachicoleros.
“Esa referencia no involucra la eficiencia o no de la policía, de las fuerzas del orden estatales, no, no somos nosotros los que vigilamos los ductos”, aseguró.
No hay que olvidar que, tal como informó El Sol de Puebla en noviembre pasado, en Puebla la Sedena tiene ubicados a 15 grupos de ser los responsables del robo de hidrocarburos en la entidad, los cuales, en su mayoría, concentran sus operaciones en la zona metropolitana de Puebla capital.
Esta información se obtuvo gracias a la filtración que la organización de activistas informáticos, Guacamaya, hizo a los servidores del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional.
Con base en dichos datos se supo también que Pemex perdió 103 mil 596 barriles de gas LP que fueron extraídos en diversas zonas del estado, esto durante abril de 2021 a abril de 2022. En otras palabras, el robo diario de este producto fue de casi 31 mil 277 litros.
Además, no debe pasar desapercibido que Pemex ubicó 777 tomas clandestinas durante los primeros tres trimestres de 2022. Al respecto, el organismo federal detalló que la atención de cada una de esas situaciones representó un gasto de casi 50 mil pesos, es decir, 39 millones de pesos en total.
