Con un solo Grito de Independencia, bajo un esquema de austeridad y con arengas que incluyeron a los héroes revolucionarios y poblanos, el gobernador Miguel Barbosa Huerta encabezó sus primeros festejos patrios en la capital del estado.
Por disposición del gobierno de Barbosa, se canceló el segundo Grito de Independencia en Los Fuertes, tradición instaurada por el ex gobernador Rafael Moreno Valle; de igual forma, se suspendió la cena de gala en Palacio Municipal, donde acudían funcionarios de primer nivel e integrantes de la élite política.
El Grito de Independencia que dio el primer gobernador de izquierda en Puebla, fue uno de los más largos en los últimos tiempos, en un zócalo completamente lleno ante la determinación de unificar todas las actividades en el primer cuadro de la ciudad. Entre los asistentes, privó el ánimo festivo, que se manifestó con los aplausos y gritos de ¡Viva! De los ciudadanos.
Desde las 22:40 terminó la presentación del cantante Aleks Syntek y comenzó a sonar la música tradicional mexicana, en espera de la llegada del gobernador para llevar a cabo la conmemoración de la Independencia de México.
En punto de las 23:00 horas, inició la ceremonia en la que el gobernador recibió la bandera de manos de la escolta militar, salió al balcón, tocó la campana y vitoreó a los héroes patrios, revolucionarios, a la democracia y los 217 municipios.
En el Salón de Cabildos, desde donde salió al balcón, Barbosa estuvo acompañado de funcionarios municipales, estatales y diputados locales, quienes presenciaron la entrega de la bandera desde dentro del recinto.
Una vez en el balcón, y mientras lanzaba la arenga, el gobernador tuvo a su derecha a su esposa Rosario Orozco Caballero y a su izquierda al comandante de la 25 zona militar, José Alfredo González Rodríguez.
“¡Viva la democracia, la libertad, La igualdad, la fraternidad y la justicia!, ¡Viva Puebla, vivan los 217 municipios, viva México!”, gritó el gobernador desde el balcón del Palacio Municipal, después de nombrar también a los héroes de Independencia y de la Revolución.
Atrás de ellos, se colocaron el presidente del Congreso, Gabriel Biestro Medinilla, la alcaldesa de Puebla, Claudia Rivera Vivanco y el presidente del Tribunal Superior de Justicia, quienes al terminar la arenga, avanzaron frente al balcón para ver el espectáculo de fuegos artificiales que duraron cerca de 10 minutos y fueron lanzados desde diferentes puntos del Centro Histórico.
Ceremonia del Grito de Independencia
SOBRIEDAD Y UNIDAD CON LA ALCALDESA
Tras cancelarse la tradicional cena de gala en el Palacio Municipal, se invirtió poco en su decoración y música, ya que al interior de la sede del Ayuntamiento de Puebla se sirvieron antojitos mexicanos como bocadillos, aguas frescas y tequila.
Luego de vitorear a los héroes patrios y revolucionarios, el gobernador permaneció cerca de una hora en el lugar para convivir con los invitados a la ceremonia, ahí agradeció a la presidenta municipal, Claudia Rivera, por recuperar la relación entre ambos órdenes de gobierno.
Claudia Rivera no fue relegada del evento que su administración organizó, por el contrario, una vez terminada la arenga, se asomó del balcón y observó el espectáculo de fuegos artificiales en el Centro Histórico. Incluso, fue la encargada de recibir al gobernador en la entrada principal del Palacio Municipal para subir juntos y dar inicio al Grito.
Ante la alta afluencia de personas al zócalo de Puebla, desde la mañana del 15 de septiembre inició el operativo para el ingreso de los ciudadanos al primer cuadro de la ciudad, por lo que fueron decomisados objetos prohibidos como sombrillas, aerosoles y hebillas.
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