Un año y medio el señor David Pedraza ha intentado ser parte del programa para adultos mayores que brinda el Gobierno Federal, sin embargo, en todos sus intentos le dan largas y le mencionan que debe de esperar. Esta situación le preocupa, ya que durante la pandemia ha tenido que hacer largas filas y no tiene el sustento económico para hacerle frente a esta situación.
David Pedraza Avendaño tiene 73 años, vive en La Margarita y actualmente no tiene un empleo fijo, en su juventud fue conductor, pero como fueron pasando los años “le dieron las gracias” para contratar a gente más joven. Aunque intentó en varias empresas que le dieran empleo, le mencionaron que ya era muy grande y que él debería estar descansando en su casa y recibiendo el apoyo que brinda la Federación; pero desde que empezó a solicitar su pensión para adultos mayores, su vida se ha convertido “en un martirio”.
La primera vez que quiso ser parte de este programa acudió al Centro Histórico de Puebla, puntualmente a la calle 16 de septiembre, en dónde se encuentra un módulo de cobro y estuvo formado casi 5 horas, cuando alguien lo atendió sólo le dijo los requisitos que necesitaba para poder ser acreedor a este apoyo.
El señor David no tiene Internet y compartió que, aunque lo tuviera, no sabe navegar en estos sitios, así que por este motivo acudió a formarse y aunque llevó algunos de los papeles que se enlistaban, le dijeron que regresara hasta que tuviera todo completo.
Los requisitos son tener 68 años cumplidos al momento de solicitar la pensión y 65 años en caso de las personas que habiten en comunidades indígenas, contar con identificación oficial vigente, comprobante de domicilio, hacer su registro en línea a través del portal “Incorporación al programa para adultos mayores” o asistir a las Delegaciones de la Secretaría de Bienestar en cada estado.
En la segunda ocasión que fue, le mencionaron que ya no podían atender a más personas y le pidieron que regresara la próxima semana, y cuando volvió le mencionaron que su comprobante de domicilio ya había pasado los meses requeridos, así que otra vez lo regresaron a su hogar.
“En cada visita me hago de 4 a 6 horas, me asoleo como iguana y al final me dicen que no, que regrese después porque mis papeles no cuadran, pero no me explican el motivo. Entonces yo no sé cual es el error o que debo de hacer para tener acceso a esta ayuda que tanta falta me hace”, compartió.
Todo lo anterior lo ha obligado a trabajar de “viene viene” y de limpia parabrisas en las calles de la ciudad, principalmente en las tiendas Oxxo de La Margarita. Este dinero le ayudaría mucho a tener una mejor calidad de vida, tanto a él como a su esposa que es su compañera.
“Yo sólo quiero que me den lo que el presidente nos prometió, tengo todos los papeles y cumplo con los requisitos. Me hacen pensar que dicen que sí se da este apoyo pero que alguien más se lo queda, necesito esta ayuda y más ahorita en la contingencia, me ayudaría mucho a no salir de mi casa”, concluyó.