Canadá podría dar otro gran paso dentro de sus medidas para permitir la ayuda médica para morir, conocida como eutanasia, al hacerla accesible para las personas con enfermedades mentales graves o que parecen un dolor psicológico que podría caracterizarse como insoportable.
Con esto, el país canadiense no solo será uno de los pocos con la eutanasia legalizada, también de los pocos junto a algunos como los Países Bajos que ofrecen esta ayuda a quienes tienen un sufrimiento psiquiátrico.
LA ACTIVACIÓN DE ESTA MEDIDA EN CANADÁ
Fue en marzo de 2021 cuando en el país fue modificada una regla dentro de las personas que eran elegibles para el procedimiento en donde se explicaba que no era aplicable para aquellos que no era “razonablemente previsible” recibirla.
Esto fue impulsado por el Proyecto de ley C-7, en donde se estableció una cláusula de caducidad de dos años que terminará en marzo de 2023, momento en el que la eutanasia asistida se volverá disponible para todos aquellos con problemas psiquiátricos.
La medida significó un cambio tanto en el trayecto que seguía la práctica de la muerte asistida como de la psiquiatría en el país, debido a que la comunidad profesional defendió por muchos años que los pacientes con trastornos psiquiátricos no debían ser añadidos.
Dentro de los puntos de defensa señalaron que existirían problemas como el que decidir a los pacientes elegibles era más que un reto un imposible. Hasta ahora las afecciones consideradas para la medida son la depresión, trastorno bipolar, trastornos de personalidad, esquizofrenia, trastorno de estrés postraumático, entre otras.
Junto a las opiniones divididas de su aplicación, otro punto que causa controversia es que el proceso para recibir la muerte asistida se volverá más complicado. Para este mes de abril un panel de expertos propondrá los protocolos que se seguirá con las enfermedades mentales y para mediados de junio se espera mandar el proceso a un comité parlamentario para su aprobación.
De manera general, ahora deben pasar al menos 90 días entre la primera evaluación y la administración de la muerte asistida. La solicitud conocida como “Track Two” debe verificar que el paciente sufra de dolor físico crónico e implacable con síntomas como pinzamiento de nervios, espasmos musculares significativos, dolor neuropático y dolores de cabeza crónicos.
Los proveedores de dosis para la eutanasia señalan que debido a lo complejo que se volvió el procedimiento en algunos hospitales solo se aprueban dos de 80 solicitudes.
EUTANASIA Y SU APLICACIÓN EN EL MUNDO
En Canadá la eutanasia es legal desde el 2016 después de que un tribunal superior dictaminó que se debía permitir la muerte asistida cuando la muerte natural era razonablemente previsible debido a que a que la persona padecía una afección médica considera grave e irremediable y que causaba un sufrimiento insoportable.
De acuerdo con los datos del gobierno, desde su aprobación y hasta noviembre de 2020 la eutanasia había sido aplicada a más de 19 mil personas.
Respecto al mundo, solo en Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos tienen legalizado desde el 2002 permitir que los pacientes con tendencias suicidas reciban la muerte asistida por medio de una inyección letal o por una receta autoadministrada de medicación letal. En el caso de Suiza, solo se permite la aplicación de una inyección letal.
La legislación en estos países señala que la muerte voluntaria es permitida para los pacientes con un sufrimiento físico o psicológico insoportable o que no puedan recibir un tratamiento eficaz o que su enfermedad sea una condición terminal.
Bélgica y Países Bajos tienen legalizada la asistencia de muerte para aquellos con enfermedades psiquiátricas y tienen un promedio de entre 100 a 200 pacientes que deciden elegir esta vía por año.
En cuanto a los países que tienen la eutanasia legalizada, pero solo para pacientes con enfermedades crónicas o con muchas restricciones son Australia, Colombia, España, Portugal y Nueva Zelanda.