Cataluña, atrapada entre dos fuegos

Alcaldesa de Barcelona pide parar “choque de trenes” entre Puigdemont y Mariano Rajoy

Por Carlos Siula

  · martes 10 de octubre de 2017

En Valencia, grupos fascistas agredieron una manifestación pro independentista catalana / Foto: AFP

PARÍS, Francia.  España espera, con angustia y expectativa, el discurso ante el Parlamento que pronunciará hoy el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en el cual podría declarar en forma unilateral la independencia de Cataluña.

Un espeso misterio persistía anoche en medios políticos de Barcelona y de Madrid sobre las intenciones de Puigdemont, sometido en las últimas horas a la doble presión de los independentistas más radicales, así como a las advertencias y amenazas lanzadas por el gobierno de Mariano Rajoy y los partidarios de la unidad española.

A fin de reducir el margen de maniobra de Puigdemont, el grupo separatista Asamblea Nacional Catalana (ANC) convocó a los soberanistas a reunirse esta tarde a las 18:00 horas (hora española, 11:00 tiempo de México) en las inmediaciones de la Cámara para blindar una eventual proclamación de independencia.

La presión aumentó con un tweet enviado por el presidente de la ANC, Jordi Sánchez, diciendo que la “credibilidad y la dignidad aconsejan hacer la declaración de independencia”. La proclamación de la ruptura es la única salida” al conflicto de Cataluña.

La Esquerra Republicana Catalana (ERC), que agrupa a los separatistas moderados, descontó que hoy que se proclamará la independencia, pero sin cerrar las puertas al diálogo. Por su parte, el movimiento de ultra izquierda CUP (Candidatura de Unidad Popular) anunció que no va a aceptar una declaración “con matices”.

En sentido inverso, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se opuso a la declaración de independencia y escribió a Puigdemont y a Mariano Rajoy para pedirles parar el chopque de trenes y” “no dinamitar” los “puentes” que puedan quedar.

En la parte de su “declaración institucional” dirigida al presidente del Govern catalán, afirma que los resultados del referéndum del 1 de octubre “no pueden ser un aval para proclamar la independencia” y le pide “no precipitarse ni poner en peligro la cohesión social y las instituciones catalanas”. A Rajoy le demanda que “descarte aplicar el artículo 155 (que permite suspender total o parcialmente la autonomía), que revierta la intervención de las instituciones catalanas y retire los efectivos policiales”.

La presidenta del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró que Mariano Rajoy “tomará medidas” si Puigdemont declara la independencia en el Parlament. “Eso no va a quedar sin respuesta”, prometió. “Apelo a la gente sensata del Govern para que no se tiren del precipicio”, concluyó.

PP amenaza con “fusilar” a Puigdemont

Desde Madrid, el Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy endureció la posición de las autoridades al advertirle a Puigdemont que “puede terminar como Companys”. La virtual amenaza fue lanzada por Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación del PP.

Casado se vio obligado a explicar después que solo se había referido a las consecuencias legales que tuvo la declaración de independencia realizada por el presidente de la Generalitat, Lluís Companys, el 6 de octubre de 1934. Diez horas después de la proclamación, Companys fue detenido por orden del entonces presidente de la II República, Niceto Alcalá Zamora, y encarcelado en un barco frente a la costa de Barcelona. Tuvo que aclarar que no había aludido al fusilamiento de Companys, ejecutado por orden de Franco en octubre de 1940 en el castillo de Montjuic.

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