Pese a su derrota, Washington estimó haber limitado losdaños. Nikki Haley, embajadora de Washington ante laONU, que había prometido "anotar los nombres" de lospaíses que condenaran al suyo, envió por Twitter unanota de agradecimiento a los 65 estados que, según ella,"no cedieron a los métodos irresponsables de la ONU".
De los 193 países que conforman la asamblea, 128votaron a favor de la resolución, entre ellos numerososaliados de Washington, como Francia y ReinoUnido.
Nueve votaron encontra, incluidos los propios Estados Unidos e Israel, quedejaron entender que el texto de condena no cambiaría nada en loshechos.
Washington había multiplicado las presiones y amenazas,causando estupefacción en numerosos países.
Treinta y cinco estados, entre ellos México, Canadá,Polonia y Hungría, se abstuvieron, y 21 notomaron parte en la votación.
Antes de la votación, varios embajadores habían calculadoentre 165 y 190 votos a favor del texto, más de losregistrados.
Los que sesumaron a Estados Unidos e Israel para oponerse a lamedida fueron Guatemala, Honduras, Togo, Micronesia, Nauru, Palau ylas Islas Marshall.
Poco antes de la votación, Haley, había reiterado las amenazasfinancieras a los países que votaran a favor de condenar ladecisión de Washington, asegurando que su gobierno "recordaráeste día".
El miércoles Trump ya había tomado la delantera, advirtiendoque cortaría el financiamiento estadounidense a aquellospaíses que apoyaran la resolución presentada por Yemen yTurquía en nombre de los países árabes ymusulmanes.
"Está claro que numerosos países dieron prioridad asu relación con Estados Unidos en relación a este vanointento de aislarnos", se alegró Halley tras el anuncio de losresultados.
La resolución finalmente no fue aprobada debido al vetoestadounidense, pero la unidad de los otrosmiembros resonó como un desprecio al gobierno deTrump.
En la Asamblea General de la ONU ningún país tiene derecho deveto y las resoluciones no son vinculantes.