/ miércoles 25 de mayo de 2022

Madre del tirador de escuela de Texas asegura que su hijo no era violento

Uno de los mejores amigos del tirador relató que también hubo momentos donde se cortó el rostro por diversión

Adriana Reyes es la madre de Salvador Ramos, el joven de 18 años que realizó el tiroteo en donde fallecieron 19 niños y dos maestros de una escuela de Texas, Estados Unidos, quien aseguró que su hijo no mostró señas de ser una persona violenta.

En una entrevista afirmó que estaba “sorprendida” cuando se enteró de la noticia, aunque aceptó que era un joven reservado y que no contaba con muchos amigos.

“Mi hijo no era una persona violenta. Estoy sorprendida por lo que hizo”, afirmó Adriana consultada por el diario Dialy Mail. “Rezo por esas familias. Estoy orando por todos esos niños inocentes, sí lo estoy. Ellos no tuvieron parte en esto”.

LA RELACIÓN CON SU HIJO

Adriana contó que Salvador era un niño problemático, por lo que tomó la decisión de que viviera con su abuela de nombre Cecilia González, de 66 años, después de una fuerte discusión en la que decidió cortar el WiFi de la casa. La abuela también fue herida con un disparo en el rostro por Salvador antes de realizar el tiroteo en la escuela y se mantiene hospitalizada.

La última vez que tuvo comunicación con su hijo fue el pasado lunes 23 de mayo, cuando cumplió los 18 años. Al respecto, indicó que tenía como regalo de cumpleaños una tarjeta y un peluche del personaje Snoopy.

También, aclaró que pese a la distancia no tenía una relación tóxica con su hijo, como algunos medios habían señalado como la causa de que modificara su personalidad de manera violenta.

Sobre su madre herida, Adriana afirmó que no sabía que también había recibido un disparo a causa de su hijo. Su estado de salud es reservado, pero aseguró que fue capaz de tomarla de la mano y esperan lo mejor para que pueda ser dada de alta y ser llevada a su casa en Uvalde, Texas.

Otro de los familiares que habló sobre Salvador fue su abuelo Rolando Reyes, de 74 años, quien describió al joven como alguien callado y que a veces lo acompañaba a su trabajo. También, aseguró que no tenía idea de que su nieto había comprado los dos rifles de asalto AR-15 días antes para realizar el tiroteo.

“No sabía que tenía armas. Si lo hubiera sabido, lo habría informado”, aseguró Rolando consultado por ABC News. “A veces lo llevaba a trabajar conmigo. No todo el tiempo, pero a veces. El año pasado no fue a la escuela. No se graduó. Intentaba decírselo, pero los niños de hoy en día creen que lo saben todo”.

Una de las primas de Salvador también dijo a los medios que el joven habría sido víctima de bullying durante la secundaria debido a que tenía un impedimento de habla que lo hacía tartamudear.

Salvador Ramos en una de las imágenes que podían encontrarse en su cuenta de Instagram. Foto: AFP Photo / Instagram

AMIGO TAMBIÉN HABLA DE LA CONDUCTA DE SALVADOR RAMOS

Uno de los pocos conocidos o amigos de Salvador Ramos también declaró sobre lo que conocía del joven, en donde relató las conductas de violencia que llegó a demostrar en el tiempo que lo conoció.

Este fue el caso de Santos Valdez Jr, quien dijo que en su momento fue cercano a Salvador al reunirse tanto para jugar baloncesto como para jugar videojuegos. Explicó que de a poco comenzó a mostrar un deterioro en su personalidad y un mayor deseo por la violencia, de forma que un día apareció con cortadas en la cara, las cuales se realizó con un cuchillo solo por “diversión”.

Sobre esta anécdota, otro estudiante que conoció a Salvador señaló que al llegar a la escuela les dijo a todos que le gustaba como se veía con los cortes en su rostro.

Otras de sus actitudes violentas las realizaba con otra persona no identificada, con quien solía ir en las calles y disparar a la gente al azar con una pistola de aire comprimido. Además, gustaban de arrojar huevos a los autos que encontraban.

Valdez Jr afirmó que tuvo comunicación con Ramos dos horas antes de que ocurriera al tiroteo por medio de Instagram. Santos compartió un meme con la pregunta “¿Por qué la escuela está aún abierta?”, a lo que recibió de respuesta “Hechos” y “Eso también está bien ¿verdad?”. Valdez respondió: “No lo sé, ni siquiera voy a la escuela”, pero el tirador ya no abrió el mensaje.

Stephen García, un amigo de la infancia de Salvador, señaló que en su momento buscó ayudarlo a enfrentar los problemas que tenía, pero no pudo hacerlo porque se mudó con su madre a otra ciudad. También, que Ramos tuvo un cambió al crecer debido a que mucha gente lo intimidaba, al respecto, recordó una vez que publicó una fotografía donde recibió insultos homofóbicos por su atuendo.

“Era el niño más agradable, el niño más tímido. Solo necesitaba salir de su caparazón”, aseguró García entrevistado por The Washington Post. “Empezó a ser una persona diferente. Siguió empeorando y empeorando y ni siquiera lo sé”.

Salvador Ramos adquirió dos rifles AR-15 de manera legal y el 24 de mayo publicó en sus redes sociales que le dispararía a su abuela, después publicó que ya lo había hecho y su última publicación fue el anunció de que dispararía contra una primaria. Entonces se dirigió a la escuela Robb en Uvalde, Texas, en donde mató a 19 años y dos maestros, además de herir a otras 17 personas, Ramos también falleció por disparos de los oficiales.

Adriana Reyes es la madre de Salvador Ramos, el joven de 18 años que realizó el tiroteo en donde fallecieron 19 niños y dos maestros de una escuela de Texas, Estados Unidos, quien aseguró que su hijo no mostró señas de ser una persona violenta.

En una entrevista afirmó que estaba “sorprendida” cuando se enteró de la noticia, aunque aceptó que era un joven reservado y que no contaba con muchos amigos.

“Mi hijo no era una persona violenta. Estoy sorprendida por lo que hizo”, afirmó Adriana consultada por el diario Dialy Mail. “Rezo por esas familias. Estoy orando por todos esos niños inocentes, sí lo estoy. Ellos no tuvieron parte en esto”.

LA RELACIÓN CON SU HIJO

Adriana contó que Salvador era un niño problemático, por lo que tomó la decisión de que viviera con su abuela de nombre Cecilia González, de 66 años, después de una fuerte discusión en la que decidió cortar el WiFi de la casa. La abuela también fue herida con un disparo en el rostro por Salvador antes de realizar el tiroteo en la escuela y se mantiene hospitalizada.

La última vez que tuvo comunicación con su hijo fue el pasado lunes 23 de mayo, cuando cumplió los 18 años. Al respecto, indicó que tenía como regalo de cumpleaños una tarjeta y un peluche del personaje Snoopy.

También, aclaró que pese a la distancia no tenía una relación tóxica con su hijo, como algunos medios habían señalado como la causa de que modificara su personalidad de manera violenta.

Sobre su madre herida, Adriana afirmó que no sabía que también había recibido un disparo a causa de su hijo. Su estado de salud es reservado, pero aseguró que fue capaz de tomarla de la mano y esperan lo mejor para que pueda ser dada de alta y ser llevada a su casa en Uvalde, Texas.

Otro de los familiares que habló sobre Salvador fue su abuelo Rolando Reyes, de 74 años, quien describió al joven como alguien callado y que a veces lo acompañaba a su trabajo. También, aseguró que no tenía idea de que su nieto había comprado los dos rifles de asalto AR-15 días antes para realizar el tiroteo.

“No sabía que tenía armas. Si lo hubiera sabido, lo habría informado”, aseguró Rolando consultado por ABC News. “A veces lo llevaba a trabajar conmigo. No todo el tiempo, pero a veces. El año pasado no fue a la escuela. No se graduó. Intentaba decírselo, pero los niños de hoy en día creen que lo saben todo”.

Una de las primas de Salvador también dijo a los medios que el joven habría sido víctima de bullying durante la secundaria debido a que tenía un impedimento de habla que lo hacía tartamudear.

Salvador Ramos en una de las imágenes que podían encontrarse en su cuenta de Instagram. Foto: AFP Photo / Instagram

AMIGO TAMBIÉN HABLA DE LA CONDUCTA DE SALVADOR RAMOS

Uno de los pocos conocidos o amigos de Salvador Ramos también declaró sobre lo que conocía del joven, en donde relató las conductas de violencia que llegó a demostrar en el tiempo que lo conoció.

Este fue el caso de Santos Valdez Jr, quien dijo que en su momento fue cercano a Salvador al reunirse tanto para jugar baloncesto como para jugar videojuegos. Explicó que de a poco comenzó a mostrar un deterioro en su personalidad y un mayor deseo por la violencia, de forma que un día apareció con cortadas en la cara, las cuales se realizó con un cuchillo solo por “diversión”.

Sobre esta anécdota, otro estudiante que conoció a Salvador señaló que al llegar a la escuela les dijo a todos que le gustaba como se veía con los cortes en su rostro.

Otras de sus actitudes violentas las realizaba con otra persona no identificada, con quien solía ir en las calles y disparar a la gente al azar con una pistola de aire comprimido. Además, gustaban de arrojar huevos a los autos que encontraban.

Valdez Jr afirmó que tuvo comunicación con Ramos dos horas antes de que ocurriera al tiroteo por medio de Instagram. Santos compartió un meme con la pregunta “¿Por qué la escuela está aún abierta?”, a lo que recibió de respuesta “Hechos” y “Eso también está bien ¿verdad?”. Valdez respondió: “No lo sé, ni siquiera voy a la escuela”, pero el tirador ya no abrió el mensaje.

Stephen García, un amigo de la infancia de Salvador, señaló que en su momento buscó ayudarlo a enfrentar los problemas que tenía, pero no pudo hacerlo porque se mudó con su madre a otra ciudad. También, que Ramos tuvo un cambió al crecer debido a que mucha gente lo intimidaba, al respecto, recordó una vez que publicó una fotografía donde recibió insultos homofóbicos por su atuendo.

“Era el niño más agradable, el niño más tímido. Solo necesitaba salir de su caparazón”, aseguró García entrevistado por The Washington Post. “Empezó a ser una persona diferente. Siguió empeorando y empeorando y ni siquiera lo sé”.

Salvador Ramos adquirió dos rifles AR-15 de manera legal y el 24 de mayo publicó en sus redes sociales que le dispararía a su abuela, después publicó que ya lo había hecho y su última publicación fue el anunció de que dispararía contra una primaria. Entonces se dirigió a la escuela Robb en Uvalde, Texas, en donde mató a 19 años y dos maestros, además de herir a otras 17 personas, Ramos también falleció por disparos de los oficiales.

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