Grandes empresas en Estados Unidos como Nike, comienzan a tomar medidas contra los empleados que deciden no vacunarse. Debido a que el país registró números como un aumento de los casos hasta del 37 por ciento, buscan contener el número de contagios en los centros de trabajo, aunque esto signifique despedir a quienes se niegan a recibir una dosis.
A pesar de que Estados Unidos fue uno de los primeros países en tener disponibles las vacunas y hacerlas accesibles para toda su población, el movimiento antivacunas es fuerte dentro de varios grupos sociales. Por ello, la administración de Joe Biden buscó impulsar medidas para obligar a todos los empleados a estar vacunados si deseaban mantener su empleo y seguir en sus estaciones de trabajo.
La Suprema Corte del país detuvo la medida, pero esto no impidió que diversas empresas mantuvieran sus extremas medidas y deciden dar un paso atrás con aquellos que se niegan a protegerse contra la Covid-19.
NIKE Y LAS EMPRESAS EN CONTRA DE LOS ANTIVACUNAS
Una de las primeras empresas en exponer su postura en contra de aquellos que no estaban vacunados fue Nike, desde octubre de 2021 presentó una orden a sus trabajadores corporativos para que tuvieran su esquema vacunación completo y poder regresar al trabajo de oficina en enero.
Su nuevo plazo se cumplió el pasado 15 de enero, donde los empleados tuvieron que presentar su estado de vacunación y en caso contrario, una exención médica de que no pueden recibir la dosis por enfermedad o alergia. Nike cuenta con cerca de 14 mil trabajadores tan solo en su sede central en Beaverton, Oregón.
Columbia Sportswear, marca de ropa, también se unió a las medidas y sus empleados cuentan hasta el 1 de febrero para vacunarse. En su caso solo se obligó a los empleados de oficina, pero aquellos que trabajan en almacenes y tiendas minoristas no están obligados a este requisito.
Desde el año pasado Columbia implementó campañas para alentar a sus empleados a vacunarse, además de que ha otorgado licencias de descanso para los trabajadores que cumplen con el requisito y ha llevado clínicas móviles a sus instalaciones para recibir las dosis.
VF Corporation, la cual incluye marcas como The North Face, Smarwool y Timberland, puso como fecha límite a sus trabajadores el 31 de enero. En su caso, aquellos no vacunados y que no presentaron una exención médica, se les pidió trabajar en casa desde comienzo del año y para finales de mes serán finalmente despedidos.
Citigroup, el corporativo bancario, dio como fecha límite el 14 de enero para vacunarse a sus empleados. Quienes no lo hicieron recibieron una licencia sin goce de sueldo y para fin de mes serían despedidos.
Se convirtieron así en el primer banco en anunciar un mandato estricto de vacunación, ya en octubre que se habían convertido en los primeros en anunciar reglas para sus empleados no vacunados. Dentro de Wall Street, bancos como Goldman Sachs, Morgan Stanley y JPMorgan Chase solo cuentan con medidas como mandar a sus empleados a casa si no están vacunados, pero no ha impuesto medidas como despidos.
Mayo Clinic, dedicada a la investigación y a la educación, a principios de enero despidió a 700 empleados que se negaron a cumplir con el mandato de vacunación. Mientras que, la cadena de noticias CNN despidió a tres empleados por ingresar a sus oficinas sin estar vacunados.
ESTADOS UNIDOS Y SU LUCHA CON LOS EMPLEADOS
El pasado 13 de enero, la Suprema Corte de los Estados Unidos impidió que se hicieran cumplir los requisitos de vacunas o pruebas para las grandes empresas privadas como parte del mandato de vacunación impulsado por el presidente Joe Biden.
La medida solo tenía tres días de haber entrado de emergencia por la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, pos sus siglas en inglés), la cual obligaba a empresas con 100 o más empleados a vacunarse o presentar una prueba de Covid negativa semanal para asistir a los centros de trabajo. En el caso de los no vacunados, exigía que usaran las mascarillas en todo momento.
“Aunque el Congreso indiscutiblemente le ha dado a OSHA el poder de regular los peligros laborales, no le ha dado a esa agencia el poder de regular la salud pública de manera más amplia”, señaló la Corte en un comunicado. “Exigir la vacunación de 84 millones de estadounidenses, seleccionados simplemente porque trabajan para empleadores con más de 100 empleados, ciertamente cae en la última categoría”.
Desde que se anunció la medida, 27 estados que cuentan con gobernadores o fiscales generales republicanos mostraron oposición. A ellos se unieron empresas privadas, asociaciones industriales de grupos minoristas y de transporte, así como grupos religiosos. Muchos de ellos consideraron una victoria el fallo de la corte.
En el caso de estos grupos, pidieron al gobierno que trabaje con empleadores, empleados y expertos de salud pública en buscar mejores formas prácticas para aumentar las tasas de vacunación como para mitigar la cantidad de contagios.
Joe Biden respondió con un llamado a las empresas como a los diferentes grupos a seguir los requisitos de seguridad pública, incluso si antes no los estaban siguiendo. De igual forma, pidió que se aumenten las iniciativas para impulsar la vacunación voluntaria.
Se estima que desde el comienzo de la pandemia cerca de 38 millones de estadounidenses han renunciado a su trabajo o cambiado de centro laboral. Dentro de las razones se encuentra el cambiar por el trabajo remoto, las cargas de trabajo, las medidas obligatorias de salud como el uso de cubrebocas y ahora la vacunación, entre otras.