Rayan Oram, niño de apenas cinco años que cayó en un pozo desde el pasado martes 1 de febrero, tuvo el peor desenlace su historia al confirmarse su fallecimiento. Los cuerpos de rescate lograron dar con su cuerpo por la noche del sábado 5 de febrero, pero la intervención médica ya no tuvo que ser necesaria.
El mundo estuvo atento del desarrollo de la noticia por medio del hashtag #SaveRayan, por lo que causó gran luto la terrible confirmación. Junto al dolor, las personas rindieron gran homenaje a los rescatistas, quien en un punto tuvieron que realizar las excavaciones con su propia mano ante el riesgo de un derrumbe.
RESCATISTAS ENCUENTRA EL CUERPO
Después de días de extenuante trabajo, los rescatistas lograron excavar un túnel a solo unos centímetros de donde se encontraba Rayan. El menor cayó a un pozo seco con una profundidad de 32 metros y la zona era de gran riesgo, junto a esto, las lluvias complicaron por momentos la situación, de forma que las autoridades prefirieron guardar silencio hacia el final de sus operaciones.
En sus últimos momentos, Rayan se acostó de un lado, llo que dificultó el poder verificar su condición. A la par, los trabajos tuvieron que seguir con la ausencia de maquinaría y los rescatistas se vieron obligados a utilizar las manos para poder sortear los obstáculos.
Cerca de las 21:30 horas, tiempo de Marruecos, los rescatistas se unieron en el punto de excavación y comenzaron a vitorear al haber encontrado al niño. La expectación era grande, mientras Rayan era retirado cubierto con una manta amarilla rumbo a una ambulancia, pero ya era demasiado tarde.
Mohammed VI, rey de Marruecos, confirmó minutos más tarde el fallecimiento de Rayan y se comunicó con sus padres, Khaled Oram y Wassima Khersheesh, para ofrecer sus condolencias. Por medio de un comunicado definió que la situación había sido la voluntad de Dios.
“Había estado siguiendo de cerca el desarrollo de este trágico accidente y di instrucciones a todas las autoridades involucradas para que tomarán las medidas necesarias e hicieran el máximo esfuerzo para salvar la vida del difunto”, indicó el rey.
Se estima que más de 100 mil personas siguieron en vivo el desarrollo de las operaciones y escucharon el reporte final del menor. En la zona de los trabajos, las decenas de personas que se dieron cita mostraron llanto y profunda tristeza al confirmarse lo peor. Gran parte de la población decidió viajar a la zona y acampó e incluso durmieron en árboles cercanos para rezar y estar atentos a los trabajos.
Respecto al movimiento en línea, durante los cinco días de operaciones, el hashtag #SaveRayan se mantuvo entre las principales tendencias. Transmisiones en vivo desde los trabajos surgieron por distintas redes sociales y medios, por lo que una gran cantidad de reporteros se dieron cita en la zona. Las transmisiones en árabe, inglés, francés e incluso español podían encontrarse en línea.
¿CÓMO OCURRIÓ LA SITUACIÓN?
Fue el martes 1 de febrero cuando Rayan cayó a un pozo seco, el cual estaba en reparación dentro del pueblo de Ighrane, ubicado al norte de Marruecos. La familia del menor comenzó su búsqueda y tardaron en sospechas que había caído al pozo, hasta que lograron dar con él.
Rápidamente, las autoridades de la Gendarmería Real comenzaron con los trabajos y se unieron especialistas topógrafos, voluntarios nacionales e internacionales, hasta expertos en montañismo como socorristas para colaborar en los trabajos.
Tanto su padre como su madre no durmieron mientras los trabajos se realizaban, solo se reunían para realizar cuscús, un platillo tradicional del país, que fue servido a los rescatistas.
La comunicación con el niño se dio por pequeños tubos que fueron ingresados al pozo con los que se le suministró oxígeno y agua. Para el jueves 3 de febrero la esperanza mejoró al poder ingresar una cámara con la que los rescatistas podían monitorear a Rayan, quien lucía gran cansancio, como algunas señas de sangre, pero seguía moviéndose.
Después de confirmarse el fallecimiento, mandatarios de diversos países mandaron sus condolencias a sus familias, entre ellos Emmanuel Macron de Francia. La situación incluso unió a la región pese a los conflictos que se viven. Mohammed bin Rashid, vicepresidente de Emiratos Árabes Unidos y gobernante de Dubái lamentó la pérdida para toda la humanidad y la nación marroquí.
En tanto, autoridades de Argelia, país donde las tenciones diplomáticas han aumentado en el último año, se unieron a las condolencias.